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Ya he indicado en otra ocasión la posibilidad de que ciertas asociaciones mineralógicas constantes, ciertos grupos de metales, en los cuales la proporción de uno no traspasa jamás un máximo dado; ciertas series químicas en las que los pesos atómicos de los elementos parecen ligados por una ley numérica, tengan un origen semejante. Puede uno pensar en invocar esas consideraciones para explicar la anómala presencia de tal metal secundario en uno de nuestros seis grupos geológicos en el que se le incluye por analogía con el metal principal que se subordina, ya que por su peso atómico entiendo no debería incluirse en él. No parece sin embargo, que haya motivo de rechazar esta idea, y de suponer todos nuestros elementos químicos derivados de una materia primitivamente única, curos caracteres actuales provendrían precisamente del lugar que ella hubiera tomado con respecto al centro de la Tierra y de la forma de energía interna que hubiera resultado. Si es permitido aventurar una hipótesis en materia tan terriblemente oscura. la existencia individual de nuestros principales elementos químicos, muestra ser más bien anterior a la consolidación Licenciado don Vidal Quirós, de la Tierra, y, por consiguiente, su duración de vida (si es que la evoluMinistro de Guerra y Marina ción prosigue de uno a otro. superior los períodos sobre los cuales podemos razonar. Pues son estos mismos elementos los que el análisis espectral reconoce en la periferia de todos los astros en el universo sin que en apariencia presida ley alguna su distribución. LLORET BELLIDO.
CONSTELACIONES Madona florentina que de tu hechizo forjan la cadena la magia de tu risa cristalina y tus evocaciones de sirena; florentina madona, más que tu hechizo vence y eslabona tu profunda mirada que ilumina, que ora fuljan risueños, ora simulen trágicos enojos, prenden constelaciones los ensueños en el cielo toscano de tus ojos.
FEDERICO UHRBACH 1506

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