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Viviría tan rápidamente que mi cuerpo quedaría destruído, convertido en átomos impalpables. El exceso de vida es la muerte.
Pocas semanas después recibí un recado de Prodoski, que me llamaba con urgencia. Corrí su casa y lo encontré en la cama, muy cambiado, al parecer muy enfermo. Qué le ocurre, doctor. Amigo algo inesperado He sido víctima de un ataque de parálisis; estoy sujeto al lecho y no puedo mover las piernas. Lo esperaba con ansia, pues hoy las seis de la tarde termina el plazo de mi vida, debo tomar una nueva dosis de líquido. Qué debo hacer. Solamente abrir la caja de hierro y traerme el vaso que contiene el líquido. Muy bien, voy al instante. Cuidado con la luz. No saque el vaso ni lo aspire. Muy bien.
Traje el frasco y el doctor me pidió un aparatillo que le permitía, sin destaparlo, extraer una sola gota. Pase al cuarto vecino, me dijo, y por el cristal de ese ventanillo verá Ud. la operación.
Hice según me dijo. Asomado al ventanillo vi al doctor extraer con trémula mano el pequeño vaso que contenía la vida. Colocó el aparatito y extrajo una gota que aspiró con deleite.
En ese instante, debido un brusco moviEdmundo Rostand.
miento rodó el frasco por el suelo y se hizo futur del diario stano de Bergerac, representacio pedazos.
la Compañía Thuillier Lo que entonces vi no podría describirlo. Al romperse el cristal, estalló un trueno, inundóse la habitación de una luz vivísima, comparable solamente a la del sol en todo su esplendor. Vi al doctor desarrugarse, rejuvenecerse, empequeñecer hasta llegar a ser un niño y luego desaparecer. Cuando pude ver nuevamente, protegido por el cristal, la habitación estaba vacía: todo, excepto las paredes el piso y el cielo razo había desaparecido, se había como evaporado.
Así se evaporó, por decirlo así, ese sabio ilustre, y sus descubrimientos se perdieron con él. El exceso de la vida es la muerte! Entonces comprendí ese misterio inexplicable: La vida en la muerte, la muerte en la vida, de que tratan los Vedas. esos antiquísimos libros.
el sábado último en el Teatro San José, mayo 1906.
LEÓN FERNÁNDEZ GUARDIA 1517

    León Fernández Guardia
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