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Almas Solitarias de Gerard Bauppman TRADUCCIÓN DE JOSÉ FABIO GARNIER Para Paginas Ilustros Continúa usSRA. VOCK. Nunca he hecho yo esto. Jamás he rehusado la hospitalidad un semejante. Este es un caso excepcional es la salvación para todos nosotros. No quiero juzgar. Le hablo como una madre a su hija (con vos sofocada. Le hablo como madre de Juan. suplicante) devuélvame mi Juan.
devuelva una madre que sufre el cariño de su hijo. llora. Me molestaria herirla con mis palabras. estoy en sus manos no puedo más que suplicarle para que ponga término mi angustia. Deje Juan, déjelo ahora que es tiempo, antes de que se enferme la pobre Catalina. Tenga usted piedad de nosotros.
ANA. Cómo me humillan ustedes. Debo decirle a usted que ya estaba decidido mi viaje e es eso lo que se desea de mi?
SRA. Vock. Habla usted en serio, señorita. Ah, qué buena es ted. Sin embargo debía ser. pronto, señorita, lo más pronto posible. hoy mismo Ana recoge sus cosas esparcidas aquí y allá. Es nuestra salvación, la única sola salvación. Pausa breve. ANA (dirigiéndose la puerta; delante de la señora se detiene, la saluda. Podría usted creer que yo dudase después de lo que me ha dicho?
SRA. VOCK Dios la acompañe, señorita.
ANA. Adiós, señora Vockerat.
SRA. VOCK. Dirá Juan lo que hemos hablado. ANA. No tema usted, señora, no se lo diré.
SRA. VOCK. Que Dios la acompane, señorita Ana. Ana parle. La señora Vockerat respira con fuersa, entra en el dormitorio. Poco después, por el fondo viene el señor Vockerat en hábito de viaje, detrás de él un moso de cordel que trae unas maletas. Vock. Coloque eso allí. espere. busca el portamonedas, le paga. Mozo. Muchas gracias, señor.
Vock. Espere. busca en todos los bolsillos. Debo tener algunos.
tres o cuatro ejemplares. La Voz del Corazón. Ah! Aquí están (le da al moso algunos libros pequeños. Tome. los ha escrito un hombre valiente, un devoto. No son palabrerías, son verdades sacrosantas. Le esclarecerán el espiritu, le harán mucho bien a usted.
Mozo. Gracias, gracias (se va sin saber qué hacer de aquellos libros.
Vockerat coloca su gabán y su gorra de viaje sobre una silla; va de puntillas hasta la puerta del dormitorio. Sintiendo ruido se retira de prisa y corre esconder.
se detrás de un mueble. CATA. al salir del dormitorio ve el gaban y la gorra del señor Vockerat. Buen Dios. pero esto es. esto es de papá Vockerat. Vock. sale de su escondrijo, abraza a Catalina y la besa repetidas veces. Hija mía! Criatura de mi corazón (la besa. Cómo están ustedes. Sanos. zalegres? No sabéis imaginaros cuán feliz me siento en vuestra compañía. riendo. qué hace nuestro rey. Cómo está su majestad. Su majestad el príncipe Luisito primero? Gracias a Dios que estamos otra vez reunidos. Sabes. el hombre se cansa de estar solo. No ha sido hecho para vivir sin compañía necesita un compañero Luisito es un hombre necesita un compañero. mejor todavía, una compañera (ve. Pero dónde se esconden mi vieja y Juanito que no los veo. observa Catalina. No sé.
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