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pero. talvez es debido a la poca luz. sin embargo me parece que no te has repuesto nada, Catita.
CATA. esforsándose por ocultar su turbación. Al contrario, papá, al contrario. lo abrasa. Estoy tan contenta por tu venida. viene la senora Vockerat por la puerta que da a la escala. Vock. corre hacia ella. Quién es. Ah mi querida vieja, mi querida Marta (se abrazan y rien, mientras ellos se saludan Catalina se va poco poco al dormitorio dejándolos solos. Esta ha sido nuestra más larga separación.
Ahora. me falta mi Juanito.
SRA. VOCK. Todavía está la visita.
VOCK. Ah. tanemos un huésped?
SRA. VOCK. Sí, la señorita.
VOCK. Qué señorita. SRA. VOCK. Pues, la señorita Mahr.
Vock. Creí que ya se había ido. Mira, he traído cosas para comer (sacando de un paquete de la maleta. Mantequilla. esta vez no traje huevos. me acuerdo todavía de lo que me pasó la vez pasada. Esto esto es para Juan. queso hecho en casa. Pero. tú no dices una palabra. Qué tienes. Estás enferma?
SRA. Vock.
Es que. no te lo quería decir. pero tengo un dolor. tú has sido siempre el compañero de mi vida. Yo no puedo soportar sola esta cruz. Oye; nuestro hijo. nuestro querido Juan VOCK. con vos angustiada. Juan, nuestro Juanito ¿qué. Qué cosa? Habla habla SRA. VOCK. No te intranquilices. Con la ayuda de Dios nuestro Señor todo será remediado. La señorita se va hoy mismo de esta casa.
VOCK. conmovido. Marta! No puede ser cierto. SRA. VOCK. Yo no lo sé. sabes. no puedo decir hasta dónde han llegado lo único que se es. que he sufrido muchísimo.
Vock. Nunca me hubiera imaginado semejante cosa. Mi hijo, Marta, mi hijo olvidándose del honor y del deber. Debe haber una culpa.
SRA. Vock. Busquémosla. Nosotros lo hemos permitido y callamos siempre. Nuestros hijos se han ido alejando poco a poco de Dios y por consiguiente del buen camino VOCK. Tienes razón. Esa es la culpa. y éste es el castigo. tomando una mano de la señora. Pero rogaremos Dios, rezaremos humildemente, dia y noche, y él apartará la tempestad que hoy amenaza nuestras cabezas.
Alza la frente, Marta, sobre todas las cosas brilla la fe y donde reina la fe no existe la ruina Rogaremos, Marta, rogaremos con fervor.
No, no. TELÓN)
ACTO QUINTO (Misma decoración. La lámpara arde todavía sobre la mesa. Las escenas de este acto suceden inmediatamente a las del acto anterior. JUAN (viene corriendo, lleno de ira, por la puerta que da la escala. Mamá. abre la puerta del dormitorio. Mama!
SRA. VOCK. sale. Qué hay. No hagas tanto ruido.
No ves que puedes despertar Luisito. JUAN. Mamá. quisiera saber quién te ha dado el derecho de arrojar los huéspedes de mi casa?
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