A medida que iban descubriéndose las nuevas propiedades físico químicas de la electricidad con respecto al magnetismo y las reacciones descomponentes del agua por las sales metálicas, se puede decir que estaban en pie las bases sobre que se han instalado las más perfectas líneas telegráficas como las del sistema Morse en la época presente.
En 1810 el americano Coxe de Filadelfia proponía ya servirse de la pila de Volta y de la nueva condición de que la electricidad descomponía el agua y las sales metálicas; pero en 1811 se daba cuenta la Academia de Munich, de la descripción de un nuevo aparato ideado por Soemering en que un vaso de vidrio, lleno de agua contenía 35 puntas de alambre de oro, que al través del fondo del vaso representaban las letras del alfabeto y los diez números dígitos.
Soemering hacía notar desde luego, que en la descomposición del agua por la electricidad, el hidrógeno se produce en mayor cantidad que el oxígeno, y que por consecuencia, los signos representados por el hidrógeno, se distinguían mejor, que los representados por el oxígeno.
DOMINGO MONJE ROJAS (Continuard)
DRAMATURGOS SIN MIEDO se han es la Después de haber hecho mil una enquetes para averignar si los cómicos ilustres tie.
nen miedo de presentarse ante el público el vía de los estr bos, los señores repórteres acaban de notar que hay otros seres menus importantes sin dura que ls galanes y los barbas; pero al fin y al cabo importantes, quienes igual interrogación se puede hacer.
Estos son los Iranatuación de vuestro animo el día en que vuestra obra va ser juz.
gada por el dan. Seente, todos preguntado una revista Capus, Donnay, Hervieu, Laveá Richepin, a Rostand, Curel.
más generalinda. Las anécdotas antiguas sobre Meilhac, a quien se le olvilaban las fe no han tenido nunca miedo verdadera present contestar, asegurando que, en el fondo, chas de sus estrenos y en vez de ir al teatro se marchala al campo, aparecen rejuvenecidas, en las cartas Mientras el público aplaude mis comedias inevas, élice Curel, yo me divierto en Follies Bergere sin preocuparme de los que pueda pasar. Lemaitre escribe: Yo no voy nunca a mis estrenos: soy de los que ni tieneblai ni se emocionan. Lo único que me inspira miedo es el dia de lx premiere, es la multitud de amigos que me piden palcos y butacas. Por mi parte dice Lavendan. yo asist siempre a mis estrenes. Me gusta estar entre gente que come Aun en las de fiasco, como la noche de Los Médicis, mi buen humir es inquebrantable. En la repetición general de Miarkadice Richepin yo tomé mi butaca como todo el mundo y aplauriſ conies casi tod, el munilo.
Eh! no era por cálculo. Era sencillamente que ni siquiera ne taba que aquello fuese mío. Ya veía, pues que el mielo no existe entre los dramaturges.
La enquete, entre tanto heroísmo, sería monótona si alguns autores no reſrieran anécdotas curiosas. Rostand, por ejemplo, cuenta que en el estreno de Cyrano, leseoso de no perder un solo detalle, se vistió lo mismo que los demás comparsas, y tomó parte en la representación. Fui actor, dice. el repórter agrega: En estas palabras se nota un verdadero orgullo, Es natural. En Paris el actor es un ser superior al magnate swial.
Richepin confiesa que uno de sus más grandes placeres es oirse tutear delante de la gente por Mounet Sully.
Eso clice hace que todo el mundo me envidie. no creáis que en esto hay la menor ironía. Del actor nadie ríe. El mismo Wal.
deck Rousseau, que era el hombre más frío de Europa, daba palmadas en el hombru su amigo Coquelin. GÓMEZ CARRILLO.
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