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junto al fuego. Se acercó mucho ella con gran emoción y, en una temblorosa caricia, le pasó el brazo por la cintura, encorvándose todavía más de lo que la edad le tenía, y procuró besarla. Ella volvió la cara púdicamente. iQuieto. Qué es lo que tienes. Oué mal he hecho. mujer. No quiero. Eso ya no es para nosotros, es para los jóvenes; nuestro tiempo ya pasó.
Hubo un corto silencio. Sabes qué día es hoy, María. Cómo no he de saberlo?
El día de San Antonio.
Sí. Pero qué más. Qué más. No te acuerdas, María. En un día de San Antonio empezamos amarnos. No te acuerdas ya. Mira qué cabeza! Durante el fandango en casa de Bento Barbudo, donde por poco no di un revés aquel señorito que estaba haciéndose el gracioso con tu difunta liermana Luisa. Cuántos años. Verdad Antonio? la vieja exhaló un suspiro de profundo recuerdo. Cuántos! Pues yo me acuerdo como si fuera hoy; en este mismo momento! yo, cómo no he de acordarme!
Qué tiempos aquellos!
Quién pudiera volverme los mismos. Te gustaría que fuera hoy aquella noche. Ya lo creo.
Pues ha sido ese el motivo por que no he querido ir hoy al fandango. Por qué?
Por eso mismo. Para estar solo contigo, muy cerca uno del otro éir conversando y recordando.
La estrechó más contra su escuálido pecho cubierto por una blusa azul.
Ella también le abrazó.
La Negrita, su vieja gata, llegóse ellos y subió a la falda de pana colorada de la viejecita.
Afuera se oía el estridente y monótono cri cri de los grillos. De la casa de la fiesta llegaba un ruido sordo, envuelto en el melancólico murmullo del mar.
El fuego consumía los gruesos troncos, levantando rojizas llamas y dando estallidos. Los viejos liablaron siempre muy unidos, muy abrazados. Recordaban escenas, casos, frases, palabras, miradas, sonrisas de otros tiempos. Lágrimas deliciosas, consoladoras, rodaban por sus rostros apergaminados. las herejías que las cometido contra el pobre San Antonio!
Herejías no. Dios lo sa be. He puesto el Santo en remojo por que todos me decían que eso era bueno. lo es.
Fué él quien nos casó.
Sin duda alguna. no has ido hoy rezar sus pies!
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