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placeres y afectos con los recuerdos que viven constantemente en mi memoria. trayéndome un suelo extranjero, donde no le hallado nada capaz de calmar esta fiebre que me devora, este dolor inmenso que me agobia. esta tristeza infinita que no me dejará sino en el sepulcro.
Comprendí qué era patria cuando interpuse las saladas aguas entre ella y so; cuando en el campo no hallé sus selvas rumorosas y todo aparecía nuevo y extraño mis ojos; cuando me encontré como sólo en el mundo, flotando en el vacío, con el ánimo abatido en medio del silencio de la Naturaleza, de esas noches sombrías que parecen cubrirla con un negro velo ¿Has visto, hijo de mi alma, en las mañanas, cristalinas gotas de rocío posadas sobre los pétalos de las aromosas flores? Talvez envueltos entre el céfiro de la noche que pasa besando esas flores, alguien, como yo, envía sus recuerdos sus patrios lares.
Cuando las fijado tus ojos en la ojiva de la iglesia. no has visto la enlutada golondrina con la cabeza oculta bajo el ala como alogando su llanto en el fondo del pecho, al verse quizá alejada de sus nativas Horestas? Pues como ella, tristes y abatidas, innchas almas riegan playas extranjeras con sus lágrimas arrancadas al influjo de ese acerbo dolor que el proscrito siente bajo un cielo que no es el que le sonrió en días primaverales, cuando su alma llenaba el regocijo de la patria.
Oyeme, bijo mío. La desgracia ha sido mi compañera inseparable: el infortunio ha clavado en mi corazón, talvez en dias de alivio para mi alma lacerada, sus dardos dolorosos: rohe a purado las copas empozoñadas que la humanidad me lia hecho beber tarde o temprano he hallado lenitivos que han traído la calma mi espíritu acongojado y han atenuado mi dolor; pero el incesante fuego que en mí no ha podido extir guir nada: la sed infinita que no han podido saciar todos los placeres de la vida; el martirio terriblemente santo, que descarga sus golpes con hondo sufrimiento, es el del amor la patria mía, objeto único de mi ansiedad y desvelos permanentes Daban en el reloj cercano de la iglesia las doce de la noche. ΕΙ niño dormía dulcemente en los regazos del anciano, quien al verle, le estrechó contra su pecho, depositando un beso sobre sus labios rojos que en aquellos momentos sonreían en sueños. el anciano exclamo. para dormirte me preguntabas qué era patria. Oh! Feliz tú, hijo mío, que aun no sufres por el amor ella. dos gruesas lágrimas, como pedazos de cristal, rodaron por sus mejillas demacradas.
ELIAS GRANADOS Mayo de 1906.
Expedición al Polo Ha salido de Londres con dirección San Francisco el eminente zoólogo Differsen, con el ojeto de explorar el Polo Norte en compañía de otros sabios.
Saldrán de San Francisco con víveres y carbón para dos años irán en sus investigaciones lo más lejos posible.
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