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Progresión ascendente del animal y del vegetal El vegetal y el animal, en la presente época de la tierra. habrán conseguido la máxima perfección. No será posible que evolucionen inás, mejorando su organismo? Los ensayos, pacientes y difíciles, de algunos arboricultores, que han logrado producir plantas de una rareza y belleza indescriptibles, tal como debe haberlas en el mundo martiano, prueban que el árbol todavía no ha llegado al tipo ideal en que tanto soño la serena fantasía de Goethe. Cómo será ese tipo ideal. Muy bajo muy alto. Con el tronco muy grueso muy delgado? Con un espeso follaje con pocas hojas. Pródigo de frutos escaso de ellos, aunque con más jugo nutritivo, con más condensación de sa via? No sé, no podría describir ese tipo ideal, aunque me lo imagino vagamente.
El árbol y la planta pesar de que son seres vivos y redivivos todavía se esconden al botánico, que no ha hecho otra cosa que clasificarlos. El alma, por decirlo así, del mundo vegetal, permanece tan muda como la del mineral. El árbol y la planta sienten, y casi estoy por decir que piensan, como que son producto de la tierra que también siente y piensa, según han expresado profundos observadores, que no ven las cosas por encima, sino que ahondan en ellas. El árbol y la planta desde que aparecieron en la costra terrestre, han venido perfeccionándose hasta adquirir, en sus infinitas variedades, las diversas formas que ostentan hoy. Pero de esas formas. no puede acaso surgir un tipo ideal, un superár bol, en una nueva gestación del planeta? Probablemente que sí.
El animal, en cambio, no ha permanecido mudo como el vegetal.
Más libre y más expresivo, ha podido, por medio de su mirada y de su voz, mostrarnos el misterio de su alma. eso se debe que conozcamos que la tierra no se ha parado en su evolución, sino que, aunque sordamente, la continúa. El espíritu de muchos animales es absolutamente embrionario, como su cuerpo. Diríase que no han acabado de salir del caos, o que conservan el aturdimiento de las primeras y fragorosas épocas del mundo. En la torpe mirada de sus ojos, en sus tardos movimientos, en la imbecibilidad que manifiestan en todos los actos de su vida, demuestran, o que son tipos retardados en la evolución zoológica. que dicha evolución se ha paralizado en ellos, por lo cual, no teniendo ya fines que cumplir en la época presente del planeta. están condenados extinguirse. Que haya un animal ideal, una forma viva. que tenga voluntad instinto, y que, en el círculo de su especie, sea superior sus progenitores, lo demuestran, cada rato, los cruzamientos que se hacen entre las diversas razas del mundo zoológico, en el cual está comprendido el hombre. Podrá producirse un tipo ideal de hombre, por su belleza intelecto. Cómo sería en ese caso? Por su belleza belleza plástica¿cuál sería su singular anatomía? Por su belleza intelectual, por lo fino del corda je de sus nervios, por el acrecimiento de sus sentidos. qué exploraciones haría en el mundo de lo desconocido, insospechadas por los hombres que se alimentaron groseramente? Ese superárbol y ese superhombre. pueden producirse por una lenta evolución, pasados algunos cientos de siglos, necesitarán de una catástrofe geológica, proemio siempre de un nuevo parto terrestre?
JUAN RAMÓN MOLINA 1580
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