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Don Manuel Argüello Mora Don Manuel Argüello Mora es. quizás el hombre de la generación pasada que más activamente ha intervenido en los negocios públicos de Costa Rica, sin que por eso dejara de ocuparse en menesteres de otro orden, lo cual es decir que pocas existencias ha habido entre nosotros tan fértiles como la suya, semejanza de esas tierras vigorosas que, por la diversidad de sus elementos constitutivos, producen todo género de frutos, sin más arte que regar en ellas la semilla en sazón.
Durante una vida de sesenta y ocho años, el señor Argüello Mora no supo, en efecto, lo que era el dolce far niente, grato sólo para esos vividores sin pudor que, por un enervamiento morboso de los sentidos, parecen percibir en la pereza una especie de sensualidad negativa; y si este hombre animoso no probó nunca las dulzuras que acarrea ese deleite malsano, no fué la verdad porque su naturaleza no había menester el reposo: sabido es que en cier ta latitud de la vida, el cuerpo, por más que en él pongan los nervios una fuerte closis de eiectricidad, necesita y busca descanso; pero el señor Argüello Mora se sobreponía con esfuerzo heroico esa necesidad de los años, porque él quería cumplir nobleante con aquella máxima de Víctor Hugo: Procuremos que has ta la muerte sea progreso para nosotros.
Una breve reseña de su vida hará ver mejor que nada la actividad incansable y generosa con que se movía ese espíritu en las esferas del trabajo, así como el valor y alcance de la labor patriótica LIC. MANUEL ARGÜELLO MORA por él realizada en los distintos grados de la lucha social en que le tocó tomar parte. Iucha en que se enzarzan con frenesí los pueblos jóvenes que se extravían en el viaje penoso, pero obligado, al país de la civilización.
Vió la luz del mundo el señor Argüello Mora en 1834 y pocos años después quedó huérfano de padre y de madre. Tomólo entonces bajo su pro1625
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