ra, quien debió según confesión propia: educación y amparo y de quien habla siempre con el respeto que se debe un padre, y con ese plausible sagrado fanatismo que es sólo capaz de germinar y sostenerse en alınas salas, en corazones bien nacidos.
Esa soia faz de su carácter, si en otras nobilísimas condiciones no hubiera abundado, bastaría para que se le recordara, como se le recuerda: con orgullo por su vida, con gratitud por sus obras, con tristeza muy profunda por su llorada muerte.
AQUILEO ECHEVERRÍA Los progresos de la telegrafia sin hilos En los Estados Unidos y en todas las capitales europeas, desde el grandioso descubrimiento de las ondas hertzianas, base fundamental de la telegrafía sin alambres, se ha estudiado con ahinco el mejoramiento del sistema y la aplicación de su principio fundamental otras industrias de la vida práctica.
Un joven electricista de los Estados Unidos, llamado Elmer Burlingame de Indiana, acaba de patentar un nuevo aparato que, según él, resuelve uno de los casos más difíciles en la telegrafía eléctrica, que es la trasmisión sin hilos por medio de aparatos impresores de un sistema simplemente mecánico. El invento ha causado sensación en todos los centros científicos de los Estados Unidos, pues el inventor asegura que adaptando su aparato una máquina de escribir cualquiera á un linotipo, por medios de estas máquinas se podrán trasmitir mensajes por el sistema de telegrafía sin hilos: sin necesidad de clave alfabeto convencional, sino con las letras del alfabeto común y corriente.
Un operador trasmitiría el mensaje en cualquiera de estas máquinas, y no habría necesidad de que nadie recibiera en la otra estación, pues automáticamente la máquina receptora repetiría las mismas letras que se estuvieran escribiendo en la receptora, El inventor guarda como preciado secreto los detalles de su aparato; pero según todas las probabilidades, está basado en el sincronismo, pues llega asegurar que con dos máquinas exactamente iguales se hará la comunicación sin dificultad, mientras que siendo de tipo distinto, será imposible la comunicación. Con esto tiene asegurado el secreto de sus comunicaciones, pues poniéndoles algún sencillo mecanismo las máquinas, que no sea conocido de todo el mundo, se tendrán en perfecto secreto los despachos que se transmitan se reciban. Por otra parte, las máquinas no necesitan ninguna reforma, pues el aparato se adapta perfectamente.
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