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La electricidad en botellas Si el liecho es cierto, si el descubrimiento de que hablan los periódicos italianos resulta comprobado, dentro de poco tiempo la ciencia y la industria liabrán recibido un poderoso impulso, operándose en ellas una maravillosa revolución, con el embotellamiento de la electricidad, como se embotella el vino y la cerveza, que de este modo podrá transportarse y emplearse en todos los usos de la vida con la misma facilidad con que hoy se emplea otros fluidos más vulgares y de ordinario manejo.
Un compatriota de Volta y de Marconi llamado Adolfo Tamé, residente en la actualidad en Oneglia (Liguria. es el autor de este sorprendente descubribiento.
Un hombre de ciencia, que ha visitado Tamé, y que, no sin dificultades, ha logrado penetrar en su laboratorio dá cuenta de sus impresiones en estos términos. Tame la hecho llegar una corriente eléctrica hasta un vaso lleno hasta la mitad de agua. de un líquido muy parecido, pidiéndome que midiese por medio del amperómetro la cantidad de electricidad trasportada por la corriente y el tiempo empleado en la carga.
Hecho esto, Tamé ba cortado la corriente y la vertido el líquido en un aparato de su invención, del que parten numerosos hilos para el alumbrado y para los motores. Inmediatamente se encendieron las lámparas y los motores se pusieron en marcha.
El líquido electrizado de Tamé devuelve casi íntegramente la electricidad que en él se almacena, pues la pérdida no pasa de 1, 75 por 100.
De las explicaciones del inventor y de lo que he podido observar, resulta que puede almacenarse un kilowatt hora en 180 gramos de líquido.
Este kilowatt hora podrá ser entregado al comercio al precio de 10 céntimos.
En un depósito de 20 litros, un automóvil podrá llevar una fuerza de 15 caballos, lo que le permitirá funcionar durante diez horas.
El nombre de Tamé está llamado sin duda hacerse célebre. Hé aquí ahora algunos datos biográficos del inventor: Adolfo Tamé tiene poco más de treinta años. Ha nacido en Pavia, su padre es abogado y su hermano médico.
Hasta la edad de veinticuatro años frecuentó las cátedras de la Escuela naval de Liorna.
Carácter indisciplinado, abandonó un día la escuela despecho de sus padres, y se fué recorrer el mundo con una compañía de cómicos, dando representaciones en Italia, en Francia y en Grecia.
Llamado por su madre, se dedicó al estudio de la electricidad, entrando en la fábrica Siemens, que lo envió Suiza, y después Stocolmo, Cristiania, Dresde. Berlín, Viena y Buda Pets.
De regreso Italia, entró en la sociedad La Gala. que lo envió a Oneglia, dedicándose trabajar en su invento desde hace siete ocho años, imponiéndose los más duros sacrificios y dominando siempre, fuerza de perseverancia, todos los fracasos y contrariedades. El Mundo Latino)
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