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En un restaurant: Un parroquiano tomando su café.
Hace aquí mucho calor. Camarero, abra usted la ventana.
Otro parroquiano, tomando un aperitivo. Se ha vuelto usted loco, camarero? Me estoy helando. Cierre usted esa ventana.
El camarero 110 sabe qué hacer y va consultar el caso con el amo, el cual le contesta. Obedezca usted al caballero que 110 ha comido todavía.
vamos a juzgar su labor artística con sanudo criterio, como tal vez sería conveniente en lo que toca empresas donde se ejerce el arte por vía de especulación.
No asistimos al estreno de la Compañía; pero oímos opiniones según las cuales él rayó en triste irreparable fracaso. Era preciso ver con nuestros propios ojos, y, en cfecto, vimos el jueves la representarión de Los Baturros y de El Húsar. Al concluir la primera pieza nos dominaba por entero la impresión de male tar que suele producir todo fiasco. más aún, si él se interpone deshora en el camino que lleva nuestro desco. El señor Barrajon.
que es sin duda un cómico de buenos do.
tes, puso de su parte todo lo que sabía y todo lo que podia, pero eso mismo cont ibuyó tal vez hacer más notorio y más visible el mal éxito general. El Husarvi.
no borrar en gran parte la impresión penosa que acaldaba nuestro ánimo, predis.
pu sto de suyo, por ir fluencias de la cruel Teali ad, contentarse poco menos que con una onada.
El Huisar es una pieza en que abundan los quid pro quos más graciosos: hay en ella, por lo tanto, motivos para reir y gozar con ingenua ale.
gría. Su representación, por lo demás, nos pareció ser muy aceptable en conjunto.
El señor Barrajón y el señor Leal merecer cita por separado; nuestro ver, estos cableros tienen dotes y escuela.
También elogiaremos en justicia la seguridad con que la pieza fué representa da. indicio de que los directores saben todo lo que importa ensayar bien para obtener un buen sultado En resumen diremos que la Compañía no es ciertamente cosa del otro mundo, pero que representacions como El Husar siempre proporcionarán agradables veladas a la gente que no pica en saber más de la cuenta.
En ul pueblo. Quisiera saber señor alcalde por qué su hijo de usted no ha entrado en quinta.
Porque no tiene la edad. Cómo. No lia cumplido todabía diez y nueve años. No, señor; ní los cumplirá mientras yo sea alcalde.
Entre amigos. lostas de luto?
Sí, se me ha muerto un tío. Otro? No te debe quedar ya ningulo.
Sí hombre, me quedan los ricos.
Pero esos no se mueren nunca.
Salomé En el salón, de fondo azul turquí, enshyabas un paso de minué frente a una corte de galanes Vi resucitar de pronto a Salomé.
Palpitando sensual, tu carmesi boca se abrió en tu faz de rosa thé, y aquella noche en que triunfaste mi gran sacrificio consumado fué.
Cuando en seguida te ofrendaba la argentina bandeja, el bacará trémula alzaste entre los dedos, Tu rostro de emperatriz se demudo. Decapitada nuestra fe rodo sobre tu regia falda de tisu!
JUAN RAMÓN MOLINA GASTÓN DE SILVA VARIEDADES Tejuro, amigo mío, que no podría vivir sin mi mujer. Tanto la quieres. No es por eso.
Es porque ella es la que tiene el dinero.
LA duración media de la vida es de 33 años.

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