En las uñas del usurero encontraréis los despojos de la madre, de la viuda, del menestral; pero no así como quiera: estos infelices se han dejado antes hasta el último céntimo en el arcón tenebroso donde ese hombre sin entrañas oculta con avaricia el fruto mezquino que le aportan sus extorsiones.
Hay, con todo, un tipo de usurero aun más descastado y aborrecible: el que negocia giros con una ganancia de veinte treinta por ciento. Este bárbaro le arranca una tira del pellejo cualquier pedagogo de aldea y luego le dice que ha de agradecerle el favor. de que lo dejara vivo, sin duda. La sociedad costarricense es todavía un patriarcado donde hay benevolencia para toda suerte de abusos, y en fe de ello no hay sino decir que tolera y aun recibe con mansedumbre a los usureros. La sanción que castiga y que pone raya, no existe aquí para nadie. Es excelsitud evangélica. Es desdén filosófico. Es lenidad de costumbres. Quién sabe! Pero de cualquier mo.
do que sea, alegrémovos honradamente de que esa misma sociedad no escatime sus dineros para concluir con una de las explotaciones más odiosas que ejerce mansalva la usura entre el proletariado costarricense. La nueva institución económica, si modesta, viene a eliminar de nuestro organismo una casta de explotadores, hacer palpitar con palpitacions de gratitul el cura zón de los que reciben el beneficio y persuadir que los hombres del futuro serán tal vez miembros de una sociedad en donde no haya explotados. Con solémonos con eso los de hoy.
GASIÓN DE SILVA NOTAS De regreso de Europa y Estados Unidos se encuentra en el seno de nuestra sociedad el distinguido caballero costarricense don Manuel Aragón, su señora y des de sus hijas, quienes lo acompañaron en su viaje.
Que sea muy bienvenida la honorable familia Aragón.
Después de algunos años de ausencia de Costa Rica, ha regresado la patria nuestro distinguido amigo dor, Joaquin Bernardo Calvo, quien desde hace mucho tiempo desempeña el alto puesto de Ministro Diplomático de nuestra patria en los Estados Unidos de Norte América, con residencia en Washington.
El señor Calvo ha venido acompañado de tres de sus hijas. todos presentamos atento saludo y les deseamos grata permanencia entre nosotros.
En la edición anterior de esta revista publicamos el retrato de la distinguirla señora Anita Pagés de Zúñiga Montúfar; mas como quiera que el trabajo, contra nuestros deseos, resultó malo, y tratando de subsanar la deficiencia de él, publicamos hoy otro, que en nuestro concepto es mejor y tomado de fotografía más reciente.
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