dos de lágrimas. Ellenai le dijo. Te he amado, hermano mío, y te abandono. Me había unido tí como una hermana, como una madre, y algo más todavía. pero la tumba termina todo. No me olvides, porque ¿quien pensará en mí, sino el reno a quien yo amaba?
En ese drama de simplicidad admirable se resumen las terribles tragedias de los desterrados, tragedias mudas. verificadas allá en medio de inmensas llanuras sepultadas para siempre bajo las blancas tempestades de nieve.
Krasinski es un pensador pesimista, no del pesimismo encervador de Schopenhauer. Es tan visionario como Mickiewiez y Slowacki; sólo y que ya preveía a mediados del siglo XIX lo que sería el siglo XX, el siglo de la plutocracia, el siglo del Oro.
Tuvo la fatalidad de ser hijo de un padre prófugo, sumiso Nicolás Si la sumisión hubiera sido personal y el hijo no hubiera tenido que sufrir la cruel tortura de la imposición, poco habría importado; pero el padre impuso al hijo patriota las más viles humillaciones. Krasinski, por el amor filial soportó la iniquidad paterna, pero en el fondo de su corazón guardó los más profundos sentimientos de amor la patria, sin tomar parte en la revolución de 1830, pero publicando sus obras bajo el anónimo; inotivo por el cual se le llamó siempre el poeta anónimo de la Polonia.
Su gloria fué póstuma, pues sólo después de su muerte se celebró su nombre y se le reconoció como ardiente patriota.
Suerte cruel! El amor filial aherrojó su conciencia y comprimió su pasión de abnegado hijo de su país, Es por eso que si poesía es de un temple de acero. solamente de la correspondencia que tuvo con su único amigo intimo, el inglés Henry Reeve, se pueden deducir los horribles sufrimientos del poeta anónimo, al presenciar como espectador impotente y mudo el desmembramiento y martirios de su patria. Profeta, simbolizaba ya en sus poesías el único dios de la humanidad moderna, el Oro. Excéptico, dice que «nadie quiere ser lo que es en realidad; que cada cual se cree un Napoleón; que todo eso es ridículo porque el principio creador. el corazón, no está ahi. Ojo de lince, vió lo lejos la época anarquica, consciente o no, en que vivimos, y adivinó que la lucha de clases sucedería la de naciones, y que la cuestión social se sobrepondría todas las cuestiones políticas actuales.
La pintura simbólica y grandiosa la hizo en su vigoroso drama titulado La comedia no divina.
Su ardor patriótico y su amor por la Polonia se manifiestan en estos párrafos de una carta dirigida Lamartine. La Polonia la sido escogida para predicar los pueblos, no con palabras, sino con actos y hechos, el grande y santo principio de las nacionalidades terrestres, que solas, en tanto que inviolables y sagradas, puedan llegar un día constituir una humanidad armónica y universal. Una profecía, una esperanza, que sin duda hará temblar los déspótas, pero que sin duda también está en vías de realización, porque la tendencia de los espíritus pensantes está hoy muy de acuerdo en que se constituya una sola unidad de los pueblos, una humanidad armónica y universal.
CALIBAN San José, agosto de 1906.
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