El cariblanco Para Priginas dos Se da en Costa Rica este nombre al mayor de los suideos que encierra nuestro territorio.
Pertenece al género Dicotyles, al cual Cuvier dió este nombre por tomar la glándula dorsal de estos animales como un segundo ombligo. estos porcinos cupo la honra de haber sido descubiertos por Colón en Costa Rica. En carta particular da cuenta Colón, los reyes, de los animales que vió en Cariay (Limón. Dice entre otras cosas. Dos puercos hube yo en presente, y un perro de Irlanda no osa ba esperarlos. El Dicotyles labiatus, Cuv. mide cerca de un metro de longitud. Su color general es gris, casi negro; en este fondo se destaca perfectamente la mancha blanca de su mandíbula inferior, que es la que ha dado origen su nombre vulgar.
Es ya bastante raro encontrar las manadas de cariblancos. La glándula dorsal está muy desarrollada y trasuda una sustancia viscosa cuyo olor es muy desagradable. Este hedor se acentúa en la época del celo.
Este animal es verdaderamente terrible y cualquier obstáculo que encuentre es poco para detenerlo.
El hombre y el jaguar no los atacan cara cara. La mejor manera de librarse de sus caninos es subir a un árbol. Nuestras gentes han exagerado tanto la fiereza de este animal, que dicen que muchas veces echan por tierra el árbol, mordiendo su tronco furiosamente y reemplazándose en el trabajo.
Cuentan que el jaguar nunca ataca los primeros de la manada, sino que subido en un tronco espera que pasen los últimos para caer sobre ellos.
Como varios de los que han escrito sobre el labiatus dicen que los indios les han contado lo mismo, es de suponer que sea cierto.
Schomburgk refiere un encuentro con los cariblancos, en los términos siguientes. Al atravesar uno de los oasis poblados del bosque, oí lo lejos un ruido especial, del todo comparable al que produce el trote de los caballos y que parecía acercársenos cada vez más. Los alborotadores pronto se dieron a conocer por una innumerable manada de pécani bezudos. La manada pasaba precipitadamente cerca de nosotros batiendo los dientes y rechinándolos de un modo horrísono. El indio más próximo mí me quitó el fusil de las manos, sin embargo pronto se había de explicar el enigma. Los indios me contaron que es muy peligroso tirar en medio de una de semejantes manadas, pues los animales se desparraman y destruyen cuanto ser viviente encuentran su paso. La hembra da luz un solo hijuelo generalmente y los pocos días está apto para seguir a su madre.
El lugar conocido en Costa Rica por Cariblanco debe su nombre a un incidente poco agradable, que tuvieron sus primitivos colonos, con los cariblancos, la primera noche que se establecían en el lugar.
El Presidente Roosevelt, refiriéndose este animal, dice. Los perros no educados, aunque sean de gran talla serán matados rápidamente por un solo pécari, y si ellos se aventuran atacar una manada serán literalmente hechos fragmentos. Esto no impide, sin embargo, que un perro, fornido y bien educado, pueda él solo matar un pécari.
Yo he presenciado el hecho repetidas veces. CLODOMIRO PICADO TWIGHT