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Gotas amargas Al poeta amigo Lisimaco Chararia Para Paginas Ilustradas. Tú sufres me dijiste. se refleja en la pálida luz de tu mirada un sufrimiento horrible como el mío, que me hiere y devora las entrañas. acercaste mis labios una copa llena de ese licor verde esmeralda que beben los poetas melenudos en sus horas de insomnio y de nostalgia.
Yo no quise beber, aunque sentía el dolor de quien pierde la esperanza en el momento mismo el que parece que la gloria nos mima y nos balaga. Querer que calle el corazón inquieto cuando zozobra en tempestad el alma, es pretender, es intentar en vano tapar el cráter de un volcán que estalla!
Yo no quise beber. tú sí bebiste: yo sí pude llorar. tú no llorabas: y la que me dió el sér no estaba en ferma, y la tuya en un lecho abandonada. iPiensa en tu madre! te grité de pronto: y tu bebiste entonces con más ansia.
y en la postrera copa que apuraste cayeron en su fondo gruesas lágrimas.
Tomé febricitante aquella copa.
y pesar de sus gotas tan amargas sentí un placer tan infinito grande, que yo reía mientras tú llorabas.
El goce y el dolor van siempre unidos como eslabones de cadena larga: pedazos de existencia que lo mismo se rompen por un lado, que se enlazan.
DANIEL UREÑA 1761

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