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balagüeñas Que se penetre bien de que sigue siendo el jefe como siempre, de que no hacéis sino lo que él os dice.
Pero si estas consideraciones no os hacen mella, si vuestro amor filial sufre culpables eclipses y abandonáis vuestros progenitores, temed esta amenaza: Mañana vosotros, seréis ancianos y sufriréis la misma suerte; porque vuestros hijos os pagarán con la misma moneda.
EL PAJARO NI Volvía yo de cazar iba avanzando por una avenida de mi jardin. Mi perro iba adelante, corriendo. De pronto veo que modera su carrera y avanza con precaución como si olfatease caza delante de él.
Extiendo la mirada por la avenida y veo u pajarillo casi implume, de pico amarillento y con la cabeza cubierta aún de pelusilla.
Había caído del nido. el viento balanceaba con fuerza las acacias del jardin, y estaba encogido extendiendo las timosamante sus alitas implumes, Mi perro avan zaba temblandole las patas, cuando de pronto, des prendiéndose de un árbol inme.
diato, un pájaro viejo, de plumaje negro, cayó couna piedra San José. Edificio del Colegio Superior de Seżoritas ante la misma boPot Tacuas Ilustrados ca del perro, y crispado, loco, boqueando, desesperado, lanzando un pro pío. que daba lástima, saltó dos veces sobre aquella fauce abierta y armada de afilados dientes.
Se había lanzado defender a su hijo; queria servirle de muralla. Pero la pobre avecilla temblaba de miedo; su grito era ronco y salvaje: moriria, sacrificaria su vida. sus ojos, el perro. qué gran monstruo parecía! y no obstante, el pájaro no había podido quedarse arriba, en aquella rama tan alta y segura. Una fuerza más poderosa que su voluntad lo había lanzado de alli.
El perro se paró, retrocedió. Diriase que hasta el había reconocido a juclla fuerza. Le llamé aturdido y me fui poseído de un santo respeto.
Sí, no os riais. Era respeto lo que yo sentia por aquel pajaro heroico, delante de la fuerza de su amor.
El amor, pensaba yo, es más fuerte que la muerte y que el miedo de mo.
rir. Sólo por el amor se mueve y se mantiene la vida.
mo TOURGUENEFF.
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