Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
Visitábanme allí los dos maestros con alguna frecuencia, y más de una vez, instancias que la cortesía no podía desairar, me obligaron emitir opinión sobre los versos que de allí poco sacó luz ella con el nombre de Orquídeas, al fin y al cabo, como productos, casi todos, de la naturaleza campestre. Admiraba yo el in.
terés vivísimo que Chavarría mostraba por los versos de su esposa, pero nunca lle.
gué pensar que se me estuviera jugando una triquiñuela del género cómico Chavarría, sin embargo, se presentaba también como un cultivador del arte: sí, Chavarría era escultor; pero bien se le puede decir ahora quien después conquistó el titulo glorioso de poeta que en el ramo de escultura sólo acertó a hacer monigotes.
Después supe que el ménage había acabado por reñir y que marido y mujer se disputaban con furia la paternidad de la obra premiada en el certamen abierto por el Club Costa Rica. Todos nos quedamos rplejos; pero, andando los días, di con un himno en que la señora festejaba al Partido Nacional; no necesité de otra cosa para caer de mi burro; aquel himno desautorizaba por completo las pretensiones de la señora Corrales al título de poetisa; en cambio, Chavarría había legalizado con buen acopio de pruebas su derecho a la paternidad que reclamaba; mientras la señora Corrales guar laba silencio de esfinge, Chavarría no daba paz la pluma y nos sorprendía sin descanso con nuevas y hermosas composiciones. Indudablemente, Chavarría era el poeta. Pero por qué abdicó en ella la paternidad de sus producciones. Fue acaso por miedo la crítica? No lo sabemos Después de todo, si hago referencia aquí este intríngulis es únicamente en gracia al sabor anecdótico que él conserva, y en ningún caso, libreme Dios, por zaherir la complaciente debilidad el cálculo egoísta del poeta, quien quiero y admiro y cuyo triunfo está diciendo que en el reino del arte se reconoce y premia el mérito de los humildes, muy al revés de lo que en otros departamentos de la vida sucede, donde, por lo general, sólo triunfan y reciben honores los que juegan con habilidad dos cartas, los que atesoran dineros. el cómo, no hace al caso. y los que visten con arreglo a la moda, magüer tengan el caletre vacío. Algún tiempo después, la misma señora Corrales, en un arrechucho que tería sus sombras y lejos de cómico, declaró ser Chavarría en realidad el autor de los versos que ella prohijaba. El testimonio, sin embargo, estaba de más; porque Chavarría continuó brindando al público con las flores de poesía que cultivaba, cada vez mejor, en su modesto jardín. En el certamen re.
ciente Chavarría ha obtenido ahora dos premios. No conozco aún las composiciones laureadas del poeta; pero en ellas resplandecen buen seguro las cualida.
des que constituyen el mérito de su poesía. Qué cualidades son esas? mi juicio, elevación de pensamiento y viveza de fantasía. Defectos? Es claro que los tiene; sobre todo, la factura de su verso suele pecar por falta de solidez de exactitud en el decir, lo que atribuyo a la precipitación con que escribe á un conocimiento superficial del idioma. Se amostazará el poeta si le aconsejo que medite mucho, que lea constantemente y que escriba con calma? Bier puede seguir esa línea de conducta quien es joven y siente que el pájaro de la inspiración aletea en su cerebro, pronto a volar.
Jenaro Cardona, que obtuvo ahora un premio por su Jenaro Cardona lindo romance La caída del árbol, alcanzó también un laurel para su soneto titulado La lavandera, cuadro característicamente nacional, en el certamen que llevó efecto el Ciub Costa Rica.
Cardona, pues, ha sido laureado dos veces. Este poeta no es de los nuevos entre nosotros; quiero decir que su personalidad literaria apareció por primera vez en nuestro horizonte hace ya algunos años. Suspecho que ha vividu al pie de unos ocho lustros. La lira costan icense. ties tomus. libro con el cual debíamos celebrar un auto de fe, si bien no es ese el único entre nosotros que merece exterminio, trae varias com posiciones suyas. Recuerdo ahora una titulad. La pelea de gallos, en que ya se nota la afición del poeta al género descriptivo. Como en la de 1775
Este documento no posee notas.