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rosicler de la tarde. Continuemos, Jajaljit. Benigna Uribe pasa ahora por delante de nosotros: sus labios sonríen con una sonrisa que pone en la epidermis el dulce picor de la gracia burlona; en sus ojos negros asoma el diablillo juguetón de la inteligencia; más allá. Basta, Jajaljit; tu revista caleidoscópica me produce desvanecimientos sutiles. Déjame en paz, mago de la pluma.
El match El match de foot ball se llevó a cabo entre campeones del Club de Sport josefino y del Club Sport Costarricense. El color de los primeros era rojo; el de los segundos, azul. Verificose el enFoot ball cuentro en la gran meseta del padre Chapui; alrededor de la pista se desparramaba una muchedumbre alegre y bulliciosa; en el lado sur se levantaba la tribuna desde donde el señor Presidente y los delegados contemplarían ei combate olímpico. Una banda marcial haría oir sus acordes metálicos y ruidosos. las nueve dió principio el interesante juego, entre la impaciencia de los expectadores que habían madrugado tomar lugar. La partida no ofreció accidentes extraordinarios; pero fue sumament empeñosa y reñida, como ocurre simpre que el rejo encendido de las miradas aguijonea y estimula, a través del ambiente caldeado, el esfuerzo de los campeones. Otro estimulo poderoso, fuera de esto, venia aguijonear los donceles gallardos que allí, en ese palenque digno por su majestad de la histórica Olimpia, acreditaban el poder de su agilidad y temple de su resistencia. En efecto, los vencedores serían solemnemente condecorados con una nedalla de oro. Todo lo cual contribuyó que la partida fuera rudamente disputada por una parte y por otra; baste decir, como prueba de ello, que durante las dos horas del match, sólo una vez atravesó la bola el penal de los rojos; es decir, que un goal único dió la victoria a los azules. Los rojos, más noveles, tuvieron que desplegar mucho brío y mucha pertinacia para rechazar el empuje vigoroso de sus contrarios; y este encarnizamiento suscitaba un interés vivisimo en la multitud de los expectadores, que aplaudía con entusiasmo la acometividad de los unos y la resistencia de los otros. El match, por todo esto, fue muy interesante y resultó una fiesta digna de la patria, en cuyo día glorioso tuvo lugar.
La partida En el match de foot ball noté la ausencia del público de tode polo no, el cual reponía sin duda en las horas de la mañana el tiempo que dejó de dormir causa del baile. Pero el 16 la high life acudió presurosa presenciar la partida de polo, que, por no estar al alcance de cualquier quisque, es en apariencia el juego de tono. Efectivamente. La sociedad elegante se trasladó ese dia a la sabana, tanto para animar y aplaudir los chicos del polo como para lucir los arrequives y tocados con que las gallardas josefinas saben imperejilarse cuando viene al caso. y cuando no viene, también. Ningún lugar, sea como fuere, tan propósito como la planic. de Mata Redonda para hacer derroche de elegancia y buen gusto: en aquel sitio despejado, sobre aquella extensión de verde superficie, como un mar sin movimiento, el sol hace brillar en toda su regia esplendidez los perifollos de las damas. Pero más que todo era para admirado el conjunto policromo que formaba la muchedumbre 1809

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