Hace algún tiempo que el globo terráqueo ha dado en sacudirse, y lo hace maravilla. Muchas son las explicaciones que se han querido dar para explicar ese fenómeno sin que, hasta la fecha, sepamos qué atenernos, digo, menos que se acepte la explicación que da uno de mis amigos. Dice el tal que si la tierra se sacude no es que se contraiga, ni porque se estire; tampoco se debe atribuir al fuego interior ni las marchas solares, y nada tiene que ver en el asunto la electricidad y mucho menos las estaciones.
La explicación es muy sencilla: La tierra se sacude porque le da la gana. Qué le importa ella que perezcan millares de homúnculos. Que desapaPuerto Limón. Estación del Ferrocarril al Atlántico Fot. Paginas Ilustradas rezcan ciudades y aun naciones? Bueno. y qué? Se preocupa el perro que se rasca por las pulgas que mata? Pues lo mismo le sucede nuestro planeta. Lo hostigamos, cavamos profundas galerías en su piel para extraer sus huesos, los metales; lo partimos en canal a cada rato por Suez Panamá; elevamos montañas donde existían colinas, cambiamos el curso de los ríos, interrumpiendo así la circulación de su sangre, y pretendemos todavía que no se sacuda. Pónganse en su lugar y verán!
Pero ya es tiempo de poner punto y aparte.
IÓN FERNÁNDEZ GUARDIA Setiembre 1906 1819