Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
Van las olas verdes, rítmicas, fugaces, encantan cual todo lo que en coro va: Cortes de doncellas, bandas de torcaces, En collar las perlas, el trigal en haces, en arpegio notas que el jilguero da. como las olas, van del pensamiento Los giros veloces uno de otro en pos: Tórtolas del alma lanzadas al viento, Séquito de estrellas por el firmamento, Haz de querubines en busca de Dios!
En tanto, la noche con fúnebre arreo, El cielo recorre de uno a otro arrebol: Murciélago enorme, cuervo giganteo Que de un astro en otro sale de paseo abriendo las alas, intercepta el sol.
Al ir mar adentro, surge la creencia De, más que a la tierra, junto al cielo estar; como dos reinas de grave presencia, Su cetro en el alma vibra la conciencia asienta la noche su trono en el mar.
Félix Mata Salle Nupcial Para Joaquin Tinoco y Mercedes Lara Se conocieron allá en la encantadora y floreciente aldea de Juan Viñas. así tenía que ser. Aquí, la aristocrática villa de la finca de don Federico Tinoco, y los pocos metros, la señorial mansión de don Salvador Lara.
En el río, las ondas tienen cambiantes opalinos; en el aire suenan músicas aladas, casi divinas; en la pradera hay derroche de luz y de muchas flores, para celebrar la fiesta de este día.
Los heraldos con sus relucientes trompetas de plata, anuncian la llegada del héroe. En su barco tirado por un cisne blanco, de pié, con su yelmo de oro, su armadura de plata y apoyado en su espada, aparece Lohengrín, el caballero del Trial, que viene en busca de su adorada, de Elsa de Brabant, su novia del alma y al mismo tiempo su prometida, para casarse con ella.
Hoy es gran día!
Mercedes Lara, la virgen rubia, la candida niña. de alma tan blanca como una Edelweiss, entrega su corazón y su mano al amigo Joaquín Tinoco, el mancebo de pocos años y que tiene toda la timidez de quien ama y siente de veras el amor.
Que sea muy dichosa la venturosa pareja!
Quiera Dios, amigos mios, que el cisne blanco de la Felicidad, os acompane siempre y no os abandone jamás!
San José, 14 de octubre de 1906.
Jajaljit 1839
Este documento no posee notas.