Extranjeros ilustres en el desenvolvimiento cientifico de Costa Rica 11 GEORGE NEWBOLD LAWRENCE Pocas Clases de la Zoología de Costa Rica han sido tan prolijamente estudiadas como la de las Aves. En efecto, un buen número de Ornitólogos distinguidos han dedicado su atención muy especialmente la avifauna neotrópica poniendo de relieve el inmenso número de especies con que la Naturaleza ha engalanado las playas, altiplanicies y cumbres elevadas de la garganta del Continente y Americano.
Costa Rica, muy especialmente, cuenta con una avifauna riquísima. Como ha sido aptado ya, tiene sus especies endémicas y sirve de límite un gran número de de Norte y Sud América (1)
George Newbold Lawrence, distinguido Ornitólogo Americano debe contarse entre los primeros que estudiaron con marcado interés la Avifauna Costarricense. Nació Lawrence el 20 de octubre de 1806.
Sus padres eran de origen inglés. la edad de 20 años principió, en compañía de su padre y otros, el negocio de drogas en la ciudad de New York, abarcando un periodo de actividad comercial que duró 35 años. En medio de las exigencias que requieren los negocios, Lawrence sentia vacación irresistible por el estudio de las Ciencias Naturales, dedicando sus ratos de descanso a las investigaciones Ornitológicas. ntaba 35 años de edad en 1841, cuando, gracias al estimulo de su compañero el Profesor Spencer Baird comenzó el estudio científico de las Aves, dando la luz pública en un período George Lawrence de 47 años de constante labor 121 estudios sobre aves de varias partes de América. Prestó muy valiosos servicios al Instituto Smithsoniano de Washington. Muchos de sus estudios fueron leídos en el Liceo de Historia Natural de Nueva York, más tarde la Academia de Ciencias.
La colección de pieles de aves de Lawrence podia estimarse en 000 especímenes, entre los cuales figuran 300 tipos de especies nuevas, la mayor parte (1) Dr. Frantzius Distribución geográfica de las aves costarricenses, su modo de vivir y sus costumbres. León Fernández. Documentos para la Historia de Costa Rica. Tomo II 385.
1872