ciones cuando éstas sirvan para descubrir un reincidente con nombre falso: Evacuar los informes que se le pidan por autoridad competente; Suministrar cuantos datos puedan ser útiles para la persecucion y captura de los delincuentes.
Artº 6º Todas las operaciones de identificación que se practiquen serán comunicadas al Gabinete Central, en donde se reproducirá en hojas especiales, y por medio de fotograbado, el retrato del procesado junto con su filiacion, y las observaciones y demás datos que resultaren del reconocimiento.
y El Jefe del Gabinete enviará un ejemplar de estas hojas los Agentes y autoridades superiores de policia de cada Cantón, en cuyas oficinas serán debidamente coleccionadas y registradas. Publiquese. GONZÀLEZ VIQUEZ.
El Secretario de Estado en el Despacho de Justicia, ARDERSON Un libro costarricense en el ertranjero En la edición ilustrada del importante periódico El Mundo Latino, que se publica en Madrid, y correspondiente al mes de setiembre último, encontramos unos hermosos párrafos referentes Arqueologia Criminal Americana, producción de don Anastasio Alfaro, redactor de Páginas Ilustradas. Dichos parrafos dicen asi. Verdaderamente curiosa y de utliidad suma, es este libro del señor Alfaro, director que fue de los Archivos Nacionales de Costa Rica, por la riqueza de datos interesantes que aporta, producto de un detenido estudio hecho en las causas criminales antiguas.
En este museo. asi podemos llamar a este libro resultan altamente instructivos los capítulos por los que venimos en conocimiento de un proceso criminal por piratería en 1710; el comercio ilícito en 1721, los infanticidios en la época colonial; delito de abigeato en el siglo XVIII, delito de hechicería; locura y delito en 1778; atentado contra las personas en 1792; heridos en riña el año 1794: y, en fin, todo el libro, que a nuestro entender es un precioso álbum de escenas y costumbres de épocas ya afortunadamente pasadas, pero que son muy dignas de estudio.
Arqueologia Criminal Americana, es un libro en el que el señor Alfaro, demuestra un profundo amor al estudio, toda vez que para escribirlo ha tenido que leerse 583 causas criminales y entresacar de ellas lo más útil y lo más interesante, y en el que a la vez hace comentarios en un todo conformes con las predicaciones de la escuela criminalista moderna.
Nuestra enhorabuena al señor Alfaro.
1912