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La semana Los estragos Octubre ha pasado como una furia desatentada sobre nuestro pobre terruño, y de uno otro extremo se ven hoy las de señales del vendabal, que el mes riguroso ha sacudido con octubre sana cruel, como un látigo de cortantes y sonoras disciplinas. Ni solamente Costa Rica ha sentido sobre sus espaldas abruptas el golpe del terrible flagelo: el vendabal, según parece, ha recorrido muchas otras comarcas de América, y, antes de arribar a estos países, hizo desastrosa correría por regiones de allende el océano. Diríase que la naturaleza ha querido competir por allá en artes de destrucción con los autocratas y los terroristas rusos. el señor que pretende reinar en nombre del pasado sobre cervices inclinadas y dóciles; el ciervo que sustrae la cerviz su yugo de siglos y que, superior Prometeo, no solamente ha hurtado Jove el fuego que dignifica sino también el rayo que mata. Dichosamente, por estos andurriales sólo la naturaleza indómita y brusca nos juega de cuando en cuando una partida serrana, como ésta de ahora, que destruyó de un solo zarpazo lo que el hombre acertó hacer duras penas, quizás en el transcurso indefinido de una época bíblica. La recia turbonada arrastró animales, arrasó puentes, descuajó árboles, asoló sementeras y difundió el espanto entre las gentes sencillas, para quienes ella fué el principio de un nuevo diluvio. Así y todo, no ha sido Costa Rica, según parece, la región más castigada de América; efectivamente, el lloricón octubre ha sembrado desastres más cuantiosos en otras comarcas con su séquito bravío de ciclones y vendabales; dolámonos, pues, de la dureza con que suerte los ha tratado en esta rabiosa crisis de la naturaleza, y, sin perder tiempo y energías en ociosas y enervantes lamentaciones, dediquémonos la reparadora y saludable labor del trabajo para restañar poco a poco las heridas que nosotros nos hizo.
Ricardo En estos días emprendió viaje para Europa este notable costarricense, con el fin de terminar en España la publicación Fernández de los documentos referentes Costa Rica que su ilustre y Guardia malogrado padre no tuvo tiempo de hacer. Se propone asimismo el señor Fernández Guardia reunir el material necesario para escribir la historia de Costa Rica durante el coloniaje. obra que será continuación del tratado que sobre el descubrimiento y la conquista 1945

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