heridos. El viento persistente que comenzó soplar después reavivó el fuego y los veinte incendios hacían rápidos destrozos en los pocos edificios que tenían el teclado aún sobre las murallas.
Para aislarlo fué necesario apelar al mismo recurso que se empleo en San Francisco de California: derribar con dinamita los edificios que circuían el fuego. De esta manera se derribó todo el material combustible que podía encontrar su paso y el incendio hubo de concluirse.
Mientras tanto la gente, presa del más indescriptible páni co, se había reunido en grandes grupos en las plazas y avenidas y contemplaba con dolor la acción devastadora del fuego que seguía la obra del terremoto. Imposible sería dar a los lecAspecto de la Calle Condell tores de «Páginas Ilustradas)
idea aproximada de la destrucción y estado en que quedaron los hermosísimos edificios, teatros, casas particulares, iglesias y escuelas de Santiago y Valparaiso.
El Museo Nacional el palacio de la Quinta Normal fué destruído en gran parte. Muchas tumbas notables del cementerio general quedaron reducidas un montón de escombros. Varias calles de Valparaiso y Santiay go quedaron materialmente llenas de restos de todas clases.
dando la más triste impresión.
En Santiago murieron cinco personas de la sociedad, entre ellas dos señoritas, aplastadas por los escombros de sus propias casas.
Aspecto del edificio del Consulado Británico Páginas Ilustradas lamenta una vez más la desgracia que hoy aflige al progresista pueblo chileno y hace votos porque en no lejano tiempo recobre su bienestar y su grandeza.
1945