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Impresiones de viaje Cartagena, octubre 29 de 1906 SEÑOR DON GABRIEL EDUARDO BYRNE Presente.
Mi querido amigo: El día del presente tuve que embarcarme con dirección a San José de Costa Rica, con mi esposa y uno de mis hijos, por dolorosas novedades de familia Regresé en el vapor francés Versailles y me apresuro comunicarte las impresiones de viaje.
Llegamos a Puerto Limón el dia Al contemplar aquellos muelles y aquel movimiento comercial tan notable, sentimos tristeza al recordar nuestra amada Patria, que es rica y sin embargo está abatida. Al recordar Cartagena que debiera ser la primera ciudad de Colombia por su posición topográfica y sus pintorescas cercanías y su preciosa bahia, a la que, sin embargo, falta la vida comercial que han sabido darle los costarricenses Puerto Limón, en tan corto tiempo.
No tienes idea de lo que es aquel puerto hoy. Limón tiene diez mil habitantes.
El saneamiento está asegurado por un tajamar con anden y boulevares que cuesta cerca de cinco millones de francos.
Tiene plazas, un bello parque, acueducto, alumbrado eléctrico, calles macadamizadas, hoteles, templos católicos, hospitales, etc.
Sus calles son rectas y limpias. Para arreglarlas tuvieron que hacer un relleno general que costó mucho dinero. Los hoteles gastan un lujo especial y excelente servicio.
Hay una serie de almacenes abiertos de día y de noche con un alumbrado eléctrico espléndido, que atraen las miradas y obligan ser visitados por los transeuntes.
Cuando llegamos a Puerto Limón y se acercó la visita con el inédico de sanidad, todavía no había éste subido la escalera del buque, cuando preguntaba si había pasajeros procedentes de Cartagena. Aloir la contestación afirmativa, con un gesto desagradable, dijo: Cuarentena para ellos, en la isla de la vita.
Viruela, fiebre amarilla, peste bubónica, todo eso es propio de Cartagena. dijo un pasajero, entre varios que se apoyaban en la escalera del vapor: y esa expresión fué motivo que nos obligara sostener una polémica acalorada bordo.
El asunto cuarentena se hizo serio, por la circunstancia de que varios pasajeros habían estado paseando en coche en Cartagena, cuando tocó el vapor en este puerto, por cuyo motivo tendrían también que ir a la cuarentena. Se sometió la cuestión por telégrafo la decisión del Ministro del ramo en San José y afortunadamente vino resuelta favorablemente.
La linea férrea de Limón San José es muy buena y el viaje está lleno de atractivos, porque los lados de la línea se levantan casas de campo bellísimas, rodeadas de jardines con fondos que son paisajes encantadores.
El día llegamos San José. Paris en miniatura. Mucho lujo, arquitectura moderna.
Tiene alumbrado público de arco y privado incandescente, acuedueto, léfonos, calles macadamizadas. La fuerza eléctrica, como de 1, 800 caballos, se emplea en tranvías, beneficios de café, imprentas, litografías, talleres mecánicos, etc.
La temperatura de 20 22 es muy agradable.
Se calcula la exportación de Costa Rica en 30. 000. 000 de francos, cuyos productos principales son: café, bananos maderas, como mora, cedro, guayacán, caoba, también cueros, caucho, cacao, etc.
Para su consumo produce maíz, frijoles, arroz, patatas, azúcar, almidón de yuca, tabaco, legumbres, etc.
La propiedad está muy bien repartida y poco más o menos hay 100, 000 fincas inscritas.
La base del sistema monetario es el oro. La unidad es el Colón de 778 miligramos de oro de goo milésimos de fino.
Los certificados de oro son pagaderos en oro al portador. Un dollars equivale a dos colones y quince céntimos.
El pueblo es religioso, honrado, hospitalario, afable, trabajador y ama la familia.
En San José hay verdadera higiene. La lucha contra la tuberculosis es marcada y muy tenaz En los teatros, en los bancos, en las oficinas de Gobierno, en el mercado, en las iglesias, en todas partes se ve fijado en las paredes el siguiente rótulo: Por orden de la Jefatura de Sanidad se prohibe salivar en el suelo. La tuberculosis se propege por medio del esputo.
1946
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