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La Serpentina HOD Gira, corre, flota, vuela, canta, rie.
la bullente serpentina, en las ondas del espacio policroma se deslíe, glácil, rápida, divina.
Cuando suena sus plateados cascabeles Carnaval, ella surge, como reina de los gozosos tropeles, como silfide de farándula triunfal.
Es entonces suave y leve, Tal se escapa de una mano mano tersa como flor, con ritmo lento se mueve, y se enrosca sobre un cuello tentador.
En la luz que incendia el aire, bajo el regio palio azul, su donaire es ligero, vaporoso como el tul.
Ya sus vuelos apresura.
Ya domina Es señora de la altura la bullente serpentina.
Cuál se agita! centellea, todo lo cubre y enflora, como espuma de una rápida marea, cual diluvio de los tintes de la aurora.
Teje, lazos, velos, mallas.
Es Proteo: brota y salta por doquier.
La enloquecen, cual si fueran el clamor de las batallas, el taf taf del automóvil y la trompeta del break.
Es vértigo su carrera.
Ya es la reina del turbión.
Es de viboras su larga cabellera.
Es su ritmo como un ritmo de Aquilón.
Mas poco, dulcifica los rdores de su frente una lánguida caricia del fulgor opalescente que en el ocaso se inicia. termina, fatigada su carrera en un largo diminuendo. cuando emergen de la azul cóncava esfera las estrellas maliciosas sonriendo. es, marchita, muelle alfombra cual de follaje otoñal, y en los árboles, fantástica cortina, cuando cesa su farándula triunfal la bullente serpentina.
Pedro Enriques Ureña 1948

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