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noche. Estas evocaciones concluyen por dar las células perceptrices una modificación mucho mejor grabada que las que las repeticiones del maestro hubieran podido obtener El orden, las ideai generales, facilitarán también la conservación de las ideas. Si los hechos son explicados en un orden natural, la memoria Será aliviada de un gran trabajo. Las ideas generales o principales son como esos movimientos orgánicos que traen a la memoria una serie de movimientos: despiertan inmediatamente una muy regular cantidad de ideas secundarias; aun muy frecuentemente las ideas generales representan aquellas que nos será necesario conocer en el porvenir sobre ciertos temas.
En fin: en la Gramática y la Aritmética, el maestro tendrá cuidado de no dictar jamás reglas, sino de hacerlas encontrar por el razonamiento. Si las reglas han sido formuladas por el niño, el cerebro las conservará bien por muy largo tiempo. Serán el producto de un acto voluntario, y es evidente que lo que hemos descubierto nosotros mismos deja una impresión más profunda en el cerebro. Bien sabemos que el maestro no siempre tiene tiempo para dejar buscar, pero es menester atender a que los ejercicios deben haber sido ya hechos antes de formular la regla.
Donde la memoria puede ser más útil en Aritmética, es en la valuación de cantidades por medio de la vista o del tacto solamente. Será muy cómodo para un alumno poder indicar la longitud aproximativa de una pieza de madera, la capacidad de un ja.
fro, el peso, de una mercadería, con la vista o el tacto solamente, o con una y otro.
La escuela primaria no debe dar suno los conocimientos indispensables cada individuo, y éstos en todos los ramos; pero este minimum debe ser conocido a fondo, fin de que el niño pueda asegurar sólidamente su instrucción profesional. Creemos que en la escuela primaria se carga todavía demasiado la memoria de una cantidad de conocimientos que jamás serán utilizados por la mayoría de los alumnos, y que, por consiguiente, se olvidarán en el curso de la vida. Por lo cual el tiempo empleado en aprender ha sido tiempo perdido. En la Geografia, la Historia en particular, hay todavía algunas materias que suprimir, á lo menos que deben ser tratadas sin tanto lujo de detalles.
El manual atlas Rosier ha dado ya un gran paso en este sentido al suprimir una gran cantidad de nombres propios. Lo que me ha dir gustado sobre todo es ver que nuestros institutores sean tan tenaces en querer conservar lo antiguo; he visto con pena que dicho manual ha sido criticado; algunos han sido inducidos dictar aquellos nombres suprimidos. Hasta ahora se ha hecho generalmente en las escuelas el Vocabulario de la Geografia. olvidando lo que este ramo tiene de útil y de interesante. Por mi parte, la salida de la escuela primaria yo conocía todas las principales montañas, ríos, localidades, etc. pero no habría sido capaz de decir por qué Bale estaba menor altura que Schaffouse; no se nos daba idea alguna del desarrollo del comercio, de la industria. etc. en la enseñanza de Historia: qué de cambios que hacer! Lo importante es dejado un lado: la civilización y el progreso de la humanidad dependen mucho más que de guerreros, de hombres de iniciativa que han trabajado en secreto.
que han hecho descubrimientos, y sin embargo nos ocupamos exclusivamente en conocer los primeros!
Mac.
El arbol del lápiz El árbol del cual se sacan los lápices, tiende desaparecer por el consumo demasiado que de él se hace. Es un cedro rojo de 20 25 metros de altura, en otro tiempo muy abundante en América, donde crece desde el Golfo de Méjico hasta el Canadá y del Atlántico las Rocallosas y Texas, degenerando en calidad del Sur al Norte y del Este al Oeste. Hasta hoy la Florida suministraba las maderas para las tres cuartas partes de lápices que se consumen en el mundo, pero sus reservas comienzan agotarse y el gobierno de los Estados Unidos se preocupa por la situación.
Por otra parte, prefiriendo los climas cálidos, el árbol se acomoda latitudes muy diferentes; algunas plantaciones hechas en Alemania por Mr. Faber, hace treinta años, se han logrado bastante bien.
1967
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