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indiferencia en las familias, la injusticia en las autoridades, la frialdad ni mucho menos la resistencia en los niños. Oh, no!
Sed dignas de vuestra inisión, altivas sin altaneria, modestas sin servilismo, estudiosas sin pedanteria, activas, entusiastas, perseverantes: no deis cabida la envidia, las pequeñas rivalidades, a las pasiones estrechas. No seáis mezquinas.
Tened ideales y perseguidlos sin descanso.
Poco importa, dice Boutmy, la materia que un hombre superior enseña jóvenes.
Lo esencial es que el hombre sea superior.
Sedlo vosotras, maestras!
Poned alta la mirada y subiréis, subiréis, os lo aseguro, en el concepto de vuestros superiores, en el concepto de los padres de vuestros discípulos, en vuestro propio concepto. se os hará justicia, serán premiados vuestros esfuerzos. No temáis por vuestra existencia material: ella quedará asegurada y tendréis, además, el mayor de los premios: la gratitud social, y la más intima de las satisfacciones: la de vuestra propia conciencia, la cual, creedlo, no hay lirismo en mi afirmación, existe, es real, es grande, y hace al hombre feliz. Pero hay que trabajar!
Id, pues, misioneras afortunadas de la verdad y del bien; id decididas, que vosotras no encontraréis el dolor físico ni mucho menos la muerte cruel manos de los indios salvajes, cuya civilización perseguían los misioneros de la historia. Cada una de vuestras lecciones, cada uno de vuestros ejemplos, se traducirá en un bien para la sociedad y en bendiciones para vosotras, por última vez: combatid la mentira, enseñad el amor al trabajo y tened fe en el éxito.
Queredlo, queredio, y el triunfo será vuestro. Os lo juro! ahora, señoritas maestras, en nombre de la dirección y del personal docente de esta Escuela Normal cuyos sentimientos quisiera haber interpretado bien, os digo: Adiós! no olvidéis esta casa que os ha rodeado de cariño, de atenciones sinceras, de ejemplos saludables. Volved de vez en cuando ella en busca de inspiraciones sanas, que aquí las encontraréis. Cultivad la gratitud, que es perfume de las almas delicadas.
Adiós en nombre de la escuela Sed felices! en nombre del personal docente argentino, del noble personal docente argentino, cuyo seno entrais en momento propicio, de labor fecunda, os digo. Bienvenidas!
Pablo Pizzurno El arbol fenómeno La famosa higuera de Roscoff, en Bretaña, aparece como un raquítico churquí cerca del árbol fenomenal que sombrea un rincón de tierra no lejos de Pretoria en el Transvaal. Tiene 20 metros de altura, 55 de diámetro y 150 de circunferencia. Como la higuera bretona tiene varios troncos y algunas de sus ramas encorvadas hacia el suelo han formado raices. Pero el pie principal mide 25 metros de circunferencia y todos sus troncos son perfectamente solidarios los unos de los otros, de suerte que se trata bien de un árbol solo.
En cuanto a la edad de ese gigante, se ignora. Pero pasa ciertamente de cuatrocientos años, pues los primeros emigrantes llegados Sud Africa, después de la revocación del edicto de Nantes, lo conocieron, así lo atestiguan datos encontrados en los archivos de Pretoria, y según ellos en el mismo estado que en el día.
1990

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