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Colegio Superior de Señoritas y Escuela Modelo La marcha metódica observada por el cuerpo educador del Colegio Superior de Señoritas y el de la Escuela Modelo anexa dicho plantel, ha dado frutos valiosísimos que bien pueden palparse en el momento actual en que la enseñanza va tomando un giro serio, gracias al impulso del Gobierno y al de su asiduo colaborador Licenciado don Luis Anderson.
Ya para terminar las pruebas de fin de año escolar, a pesar de la última disposición del Ministerio de Instrucción Pública que hace riguroso el examen de los alumnos por el método individual, no ha sido obstáculo para que el establecimiento que tan digna y competentemente dirige la señorita Marian Le Cappellain, esté dando un resultado merecedor de aplauso por los que se preocupan por la enseñanza, que es preocuparse por el porvenir de las generaciones que se levantan.
Como buenos costarricenses no debemos mirar esto con indiferencia.
Motivo de orgullo es ver desfilar ante nuestros ojos más de cuatrocientas alumnas que después de recibir el pan que alimenta el espíritu y vigoriza el cuerpo, van dar prueba de la competencia de los cultivadores de su inteligencia, pagando así en parte la deuda de gratitud que son acreedores aquellos que con generoso desprendimiento y verdadero patriotismo han dedicado sus mejores horas al servirio de la enseñanza: nobles soldados que, en busca de la luz, desangran sus pies en el duro peñón de la ignorancia!
La escuela moderna debe tender a buscar mayor cantidad de luces, no para deslumbrar con un cúmulo de conocimientos inútiles en el terreno de la práctica, sino para encontrar poderosa irradiación que alumbre y mitigue los dolores de la humanidad.
La educación es el crisol en que se purifican los corazones de los educandos que representan varias generaciones que son el reflejo del porvenir sobre que se levantará la humanidad nueva que ha de heredar la fuerza moral y material de las generaciones que se hicieron fuertes en la lucha noble del perfeccionamiento.
La tarea del maestro que sabe cumplir con su misión, es ante todo, la de cultivar el bien y contrariar el mal; preparar al individuo para vivir una vida completa como dice Spencer.
El maestro debe, por consiguiente, ser un ejemplo visible: la personificación de la honradez. Un maestro de conducta intachable sabrá formar ciudadanos rectos; porque el instinto de imitación se exterioriza y manifiesу ta con el ejemplo, sea malo, sea bueno. he aquí la ventaja, mejor expresado, la dicha de que goza el Colegio Superior de Señoritas. Tiene un personal docente ejemplar, en el lato sentido de la Calabra.
La señorita Le Cappellain, Directora y profesora de inglés, ha dado frecuentes muestras de su competencia como educacionista de primer orden.
El caballero don Fidel Tristán, Subdirector del Colegio y Regente de 1998

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