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En cuanto el muchacho se enteró del lance se le ocurrió una cosa may natural en sus cinco años: que el nacimiento era para él. Qué!
con lo que su padre le quería, ciba a ser para otro chico? iliposible!
Al principio se calló y se contentó con admirar en silencio el peñasco y con embelesarse con el riachuelo, el molino, la noria y el portal. Pero un día se le acabó la paciencia y preguntó a su padre, en un descanso, chándole los brazos al cuello: Is para mí ¿verdad?
El infeliz obrero no supo que contestar. Cómo convencer la inocente inteligencia del niño, virgen aún la amargura, sin probar todavía en la piedra de toque de la experiencia, que aquel hermoso nacimiento, tan brillante y tan llevado se destinaba a aliviar k pobre madre, enferma.
una desgarradura en el corazón. y.
hacía. contestó al angel que sí. ja inás había poseído juguete ningun trás del cristal de los escaparates, pe guida preguntó con afán a su padr obrero se quedó más que perplejo y Pronto llegó el dieciocho el día terril nacimiento para ponerlo a la venta no tuvo valor para sacar el peñas, casa con cualquier pretexto, inanda vecina, y aprovechando su ausencia 362 FRENTE AL Edificio odlica. ANTES DE COMENZAR 11 CEREMONIA Pol. Need!
DESFILE DE LAS ESCUELAS COLEGI IR LAS CINCO RED presa en su cama ineses hacía, abrumada de dolores. sin que la miseria que les agobiaba pernitiera comprarle las necesarias medicinas. Cómo hacerle ver qne la venta del peñasco significaba un poco de felicidad y un poco de respiro que el dinero que se sacaru del juguete serviría para que el médico se dignase subir a la guardilla y recetar, para que el boticario diera los medicamentos. para que el casero no les eclase del cuarto, para comer?
El pobre padre sintió una angustia muy honda al oir la pregunta de sui dijo: el acento del pequeñin. en el que palpitaba un cariño enorme lacia el nacimiento, le produjo un desaliento invencible, experimentó como ciado objeto que constituía las ilus el mocete volvió a la guardilla, en so cimiento y rompió a llorar desconsol a su hogar el obrero, el chiquillo se ciéndole entre sollozo y sollozo: El dolor del angel cayó todo ent pesar de la enfermedad de su espo su situación terrible, a pesar de qu había de ser para su desventurado poco de azul, llegó a desear vehemer 2040
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