Santa Teresa Mientras los autores españoles traducen más y mejor obras franceas y no de las buenas los escritores franceses vuelven con insistencia la vista a España. ora se inspiran en obras maestras de nuestra literatura, destrozándolas sit compasión (testigo Don Quijote El Abuelo. ora eutran saco en nuestra historia, en nuestras costumbres, llevando al escenario, como verdades incontrovertibles, fantásticas y disparatadas creaciones. El último atentado de esta índole perpetrólo recientemente un distinguido crítico y poeta. Catulle Mendés, con La Tierge dl Avila, drama liace años anunciado que la última semana estreno Saralı Bernhardt en París.
La Virgen de Avila todos lo sabéis, los periódicos lian publicado numerosas troticias de la obra. es Santa Teresa de Jesús, en el mundo Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada: la santa española por excelencia, de fire voluntad místicas exaltaciones cuyas reliquias conservan cuidadosamente las ciudades de Castilla. cuatro leguas de la histórica Salananca, cabe las ruinas del castillo que habitó el duque de Alba. extiéndese la pequeña población de Alba de Tormes, unida por carretera y ferrocarril a la capital de la provincia. El ferrocarril da un largo rodeo que le liace perder no pocas de sus ventajas; así, a pesar de que funciona regularmente, mucha gente prefiere utilizar la carretera, que va cruzando dehesas riquísimas en caza y montecillos cuajados de encinas, robles y castaños.
Mucho antes de llegar Alba, los recuerdos de la Virgen de Avila empiezan a asaltar al viajero. Junto la carretera, en un claro entre las encinas está la fuente de Santa Teresa. El mayoral del coche que os conduce os dirá seguramente que allí fue muclias veces lavar la santa y cou fe sincera añadirá que por este liecho la fuente está bendita y sus aguas poseen mágicas virtudes medicinales.
Seguís la carretera. El destruido castillo del que sólo quedan en pié cuatro paredones burlándose de todas las leyes del equilibrio, aparece ante vuestros ojos. crocando vetustas historias y señalando el lugar que ocupa la población. poco después véis Alba, un conjunto de casas blancas y rojas. como las de todos los pueblos castellanos, extendidas oriHas del Tormes entre las que destacan solamente dos o tres campanarios; a la izquierda surge de sus cimientos la espiéndida basílica Teresiana que la piedad del difunto obispo de Salamanca, Fray Tomás de la Cámara. empezó erigir.
Cruzáis ei ancho puente sobre el Tormes. Entrais en Alba. Ya por doquier os persiguen los recuerdos de Santa Teresa. Fotografías de la imagen de sus reliquias: escapularios y medallas, esculturillas de milagrosa tierra, también medicinal. todo es la Santa. Recorriendo empinadas callejuelas de puutiagudos guijarros, ilegáis un convento de Car inclitas. Allí están los restos de la Doctora.
La iglesia es sencilla, nada de particular ofrece. Pero en el costado izquierdo, casi frente la puerta de entrada, os ilama la atención una escalerilla colocada ante una reja. Acercáos, subid. La reja da vista una celda: en esa celda se ve, plásticamente representada la inuerte de Santa Teresa Hace muchos años que vi el cuadro. Los detalles de él se han borrado cie mi memoria: pero subsiste indeleble el recuerdo de la impresión que 200.
me causó. La celda es pobre: la inagen de la 11u1 milde lecho: el antor de la escultura. no se tado poner en aquel semblante de cera un de la expresión beatifica que sin duda tuvo Cuán sublime debió ser en su sencillez aqu en los periódicos extranjeros la descripción de Gaila, involuntariamente lube de recordar y Si. Acaso sea de efecto teatral grandio Jesús en lujoso leclio colocado en medio de tos personajes que van a pedirla la verdader eso es falso, y a despecho de su pompa, prod la pobre celda de Alba de Torines. La Doct de los conventos de Valladolid y Medina tal y como ahora puede verse.
La muchedumbre acudió después. Not que Teresa había muerto en olor de santida que echaba de sí el cuerpo de nuestra santa ba la madre Maria de San Francisco en el. que, teniendo la puerta seglar abierta y est: con nuestros velos y velas blancas y después el Sr. Sancho de Avila y caballeros, ecles Ordenes y la gente del pueblo, y mirándole lo (porque los tenía resplandecientes como un del cielo: eno notan este olor tan divino que: Teresa de Jesús inurió el de Octubre mente su muerte. entre paréntesis con la ci esta la causa de que la Iglesia la conmemore En la iglesia de Alba muestranse tambié liquas; un brazo de la santa y el corazón, espina. Ambas reliquias están encerradas e de alhajas y pedrería riquísimas. El cuerpo bién, en un arca encerrada con tres llaves y co mayor.
Era, pues, fácil documentar ampliament ta Teresa ofrece tanteria sobrada para tenta lizo mnal en falscar la historia de tani escand Ingen de uril, sólo en el nombre pareci altares, si no mienten las referencias.
Teresa de Jesús! Cuantos 11a vez en de Tormes tienen idea cómo fué. Los escrit bre ella escribieron además sus coetáneos, l rancisco de Rivera, especialmente, nos vues en que vivió. Un poeta puede respetando esas bases una licrinosísima obra: pero es for anteponer todo el espíritu francés, ni se España a través del prisma de invenciones fantasías creado alluncle el Pirineo.
Ismrcel (De New Mundo)