Doña Cristina de Fernández Sepelio Pierde la sociedad costarricense, con la muerte de doña Cristina Guardia de Fernández, una de las joyas que más la enaltecían.
Matrona de cultura exquisita, de corazón magnánimo, de inteligencia notable, daba prez con sus virtudes y talento al hogar estimabilisimo que hoy viste de luto por su eterna ausencia. Hermana del General Guardia, esposa del General Fernández y madre política del General Soto, supo conservar siempre en los días de gloria, como en los momentos de pesar, la generosidad de alma y la suavidad y sencillez de trato que la distinguían y caracterizaban.
Patria, rinde respetuoso homenaje a su memoria, y presenta los sentimientos de su consideración muy distinguida la familia doliente, y de modo especial, al Licenciado don Bernardo Soto y su muy apreciable señora.
De Petria)
Con una lujosa y selecta concur cenienterio general los restos de la que doña Cristina Guardia de Fernández.
El cortejo fúnebre salió de la con lucida pompa se efectuaron los fune El cuerpo fue conducido en uno que hay en el país, tirado por dos magr cubierto de artísticas y lujosas coronas.
Nosotros unimos nuevamente nu ilustre difunta y deseamos para unos descanso eterno Ascendientes costarricenses de doña Cris Doña Cristina e. de Fernández que se remontan al Si Cris: En la tarde de ayer dejó de existir en la capital esta matrona distinguidisiona, dechado fiel del ángel de la caridad, conocida de todos aquellos a quienes el infortunio hizo llamar sus puertas y por todos ellos bendecida en pago de sus siempre y oportunos nobles servicios, grandes y sin ostentación.
Si la muerte de una dama puede ser considerada como pérdida nacional, nunca como ahora puede aplicarse este calificativo.
Rudecinco Guaritia Rooles Anselmo Gutiérrez Ruis (E! Pacifico, de Puntarenas Santiago Flores Paniague Mar Duelo Alonso Porras Swaja Wic Nicolas GorzcieZaniga moLa famäia Guardia Fernández se encuentra de duelo con tivo de la muerte de la ilustre dama doña Cristina Guardia del Ge.
neral expresidente don Próspero Fernández.
La República se hace partícipe de la pena de los deudos y les desea resignación cristiana.
Nicolis Alfaro de los Rios 2080