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Bossuet y Pascal Influencia de las madres de fa en la educación de la niñez (Por Ernesto egourt)
Hallábame el año pasado en Bretaña. en la pintoresca costa de Arradon, acompañando a la desolada fainilia de nuestro querido y llora.
do Patin El mejor modo de aliviar la tristeza de los que sufren és, a mnenudo, entretenerlos. ya este fin, llevaba yo inis amigos, por la tarde, unos lierinosos castañares, frente al mar, y allí leiainos juntos algunos de los maestros predilectos de Patin. Un día, uno de nosotros.
después de un fragmento arrebatador de Bossuet tomó la provincia de Pascal, acerca del loinicidio. Qué contraste. qué diferencia de impre siones! Cuanto Bossuet había entusiasmado mis amigos, tanto Pascal los dejó fríos, casi diría aburridos. Tomando entonces el libro de manos del lector, le dije sonriendo. Qué caída para Pascal! Pero ¿sabe de quién es la culpa? Si de Pascal ni de mis amigos. De quiéu entonces. me respondió sonriente, jacaso mía!
Cabal. por qué?
Sencillamente, porque usted lia leido Pascal conio habia leido Bossuet. qué lay de censurable en esto? No son los dos.
Los dos son sublines. los dos escriben con genio, pero sui ternperamento, su método, son completamente opuestos. Bossuet labla siempre, lasta cuando escribe: en cada una de sus líneas se ore el sonido de la voz dumana: por largo y complejo que sea su período, se siente correr sieinpre por él el soplo y el movimiento de la palabra: nunca limbo escritor ni más pintor, ni más poeta; pero el poeta y el pintor se luucica en una tercera persona, que lo domina todo: el orador. En Pascal, por lo contrario, esta tercera persona es el geómetra.
También Pascal es pintor y poeta: pero al paso que el poeta y el pintor tinen la frase, el que la construye es siempre el geómetra. La frase de Bossuet tiene alas y vuela como el águila: la de Pascal semeja uu teorema. se desarrolia como un teorema, esto es avanzando siempre y no corriendo nunca. qué es lo que ha hecho usted. Correr! Ese adinirable estilo se lia liecho pesado en boca de usted, por haber querido lacerlo ligero. Tenga. Voy tratar de expresar con la dicción el giro de este raro genio siempre elocuente, sin ser casi nunca orador. ntonces, sin apresurarme, sin pararme, me esforcé en pintar aquelia fuerva que crece marchando rires acquiril camo, como un escuadrón de caballeria pesada, cuyo movimiento se acelera medida que aranza. que.
poco a poco, hace temblar la tierra bajo la continua presión de su paso lento. continuado y potente. La prueba fué. por cierto, ny imperfecta. mis esfuerzos de lector, muy deficientes. Tuve, sin embargo.
la alegría de convencer a mis amigos. y al acabar la lectura nos llevamos todos, fijos en nuestra memoria y en forma inás siva, los retratos de aquellos dos grandes genios. Cuántas veces hemos oido lamentarse a muchos hijos, llegados ya cierta edad, desoyen sus consejos, y dan pruebas de poseer sentimientos abyectos aun an sin que les sea posible hacerlos volver a la senda de la r: man al dia siguiente de arrojar los envoltorios de la car tortitoso del desetifreno social y de la degradación mund la verdad que es un espectáculo terrible ver fa teligentes, activos, bregando sin el menor respeto a la del egoísmo, que al tocarlo se convierte en la nada y en nido en el corazón de la tercera parte de la humanidad. Por qué? La explicación es sencilla, aunque my las madres han dejado de depositar en el lecho de la in piran la moral, uno de los principales factores en que ciedades modernas, y el desarrollo armónico y progresiv componen el linaje bumano, Jóvenes esposas, madres virtuosas, a vosotras úng capítulo de este estudio. vosotras recurre en homer bienestar de las generaciones venideras y la felicid pues la exquisita sensibilidad con que Dios ha dotado regenerur ei mundo y dirigirlo con vuestro tino por el uniendo a los hombres y acortando las distancias entre esta tamen, y vosotras corresponde la obra suinta de la llacedlo, al menos, por vuestros hijos y para vues La educacion de la niñez debe principiar en la cuina de la madre y al son de las tiernas modillaciones de su el apacible retiro ciel logar, forma el corazón del niño que sólo ella sabe sentir, hacia la portada del mundo constancia de los mártires que se sacrifican en aras de ti En buen profesor forina buenos Sombres y buenos cupera esa obra formando el corazón de sus hijos pa educación con la instrucción. Porque no debemos COREL que ambas son completamente distintas, toda vez que lo lil segunda, y ésta el complemento de aquella. La odata ella pertenchece las madres: al paso que la instrucción, maestro, puede trasladarse de una mano a otra sin que la transferrncia de dominio, si así nos es permitido expres Dios la querido que el sentimiento del amor, pero base exclusiva y única de la civilización. quién puede hijos que una madre? Hily. por ventura, un amor más que siente aquella que veló por nosotros desde nuestro pri Abnegudas y cariñosas madres, si queréis hacer de tuosos, si queréis dar miembros útiles a la sociedad ya educadlos en la sana moral: en la moral que tace a los aquello que nos liga con el resto de la humanidad; respet cpiniones, la desgracia y todo lo que puede coadyuvar a la felicidad de nuestros semejantes. debo consignar aqui que una educación que no so sa por no decir desquiciadora y el esfuerzo de las mad en el corazón de sus hijos la simiente de ese principio viri ejemplo como con la palabra.
Tenemos un smil de la influencia de la buena cduce cionan sus hijos Alfonso XIII, el Reyno, ha sido co nima que ha sabido infiltrar en su corazón los bellos senti de los descendientes de Pelayo, del Cid y de Beltrán de la Este ejemplo nos sugiere el siguiente aforismo: LE madres, porque la mayor parte de los maies que no ter de las mujeres: el antagonismo político, las querras de sontales, el orgullo, las varidades mindanas, las odiosidad de los pueblos: todo esto ha pasado a formar el carácter ricter de las inujeres.
EN casi todas las calles de las ciudades japonesas hay un horno público donde, por una cantidad insignificante, las mujeres llevan a guisar la comida.
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