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zue í, Star oro COque aba, ros. de rine más aptos para el acertado gobierdo de la Iglesia; porque, además, conoce fondo el modo de ser de nuestro clero, sus bondades y hasta sus imperfecciones, y porque su ilustración, tan solidamente adquirida en un centro como Alemania, lo coloca entre les personas cultas de la época contemporánea, cuya indole avanzada tiende a la consecución de la posible felicidad de los pueblos por medio de la ciencia y de la eleración de los sentimientos por medio de la moral evangélica.
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linolcontiHospitales del Japón Con anticipación la ruptura de hostilidades, los japoneses esta hlecieron doce grandes hospitales auxiliares. Las 500 caras asignadas los primeros, fueron aumentándose en múmero, medida que avanzaban las operaciones de la guerra con Rusia. En campaña se adoptaron todas las precauciones posibles contra las enfermedades.
Esterilizábase la leche que consumía el ejército, y no se tomaba agua alguna, sin haber sido antes hervida. Todos los bendajes eran desinfectados. Químicos se adelantaban la marcha del ejército para probar las aguas de los pozos, las que rotulaban como buenas y 110 buenas para beber, lo que servía de guía las tropas. También inantenían bien la vanguardia instalaciones para fumigar, haños y máquinas de rayos Además, tomaban otras precauciones como la de hacer bañarse los soldados y cambiarse la ropa en el momento de entrar en combate. El resultado de estas precauciones sanitarias fué, que si bien los japoneses perdieron durante la guerra 32, 946 hombres por heridas, sólo 11. 992 fallecieron por enfermedad. En otras palabras, la mortalidad causada por las armas de fuego y bayonetas fue mucho mayor que la causada por las enfermedades, en la proporción de cuatro a uno, cuyo resultado, desde cl punto de vista higiénico, según el parecer del Dr. Seaman, no tiene paralelo en los anales de la guerra.
El tratamiento médico rgico apenas si fué inenos notable que el sanitario. Sólo un medio por ciento de los soldados murieron die las heridas de bala, aunque veinticuatro por ciento fueron heridos.
Ha despertado interés la noticia atribuída al barón Takaki, cirujano general del ejército y armada del Japón, de que la cirujia japonesa está fundada en las enseñanzas de un cirujano americano tan distinguido conio el difunto Dr. Samuel Gross, quien por muchos años estuvo relacionado con la Escuela Médica del Colegio Jefferson, de Filadelfia. Parece que el Sistema de Cirujía del Dr. Gross ha sido traducido al japonés, y es el principal libro de texto de los estudiantes japoneses de ciencia quirúrgica en la actualidad.
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