de don Rafael Antonio Gutiérrez, el señor Gavidia ocupó el Ministerio de Instucción Pública y desde entonces dio impulso notable la Enseñanza, por lo que se le debe en gran parte las mejoras y progresos de las Escuelas de la República. a Instrucción Pública se divide en: primaria, secundaria y profesional.
Además de los planteles de Enseñanza que hay en toda la República, merecen especial mención, la Escuela Politécnica cargo de dos militares españoles y uno chileno, y la Escuela Normal, bajo la competente dirección del Dr. Modesto Barrios, quien ha dado pruebas de ser un excelente pedagogo. por no pecar de ivmodesto no cito, como lo merece, el Liceo Santaneco, por estar dirigido por el compatriota nuestro don Carlos Gagini.
Para cerrar estas mal pergeñadas líneas, escritas vuela pluma, quiero consignar un hecho que muestra palpablemente el carácter hospitalario del pueblo salvadoreño: no ha habido un solo costarricence que en la tierra cuscatecla sienta las tristezas de la nostalgia: alls se nos quiere con sentimientos generosos de fraternidad.
Daniel Areña Juicios en el exterior Libros de dos de nuestros redactores ESCEXAS COSTARRICENSES. Voodla) po Claudio Gonzalez Rucarado, San José de Costa Rica, 1906. Un nuevo libro centroamericano es este que nos la llegado con entusiasta dedicatoria de su autor. González Rucarado goza de prestigio como escritor en su país y fuera de él, y toda su producción literaria, que culinina en la obra que examinamos.
es un ascenso magnífico que depone en favor de su actividad suavemente obstinada. El Figaro le envía sus plácemes y se regocija por el éxito de su excelente elucubración novelesca, y expresa franco reconocimiento su estimado colaborador, señor Barrionuevo, por el ensío del libro. De El Figaro de la Habana)
Con amable dedicatoria, que agradecemos, nos envía desde San José de Costa Rica, el distinguido literato don Daniel Ureña, su obra dramática Maria del Rosario, Es un drama en tres actos, original y en prosa, estrenado en el Teatro de San Jose, la noche del de marzo de 1906.
Basta decir, en su honor, que el eminente artista español, Emilio Thuiller. su paso por ahí, lo calificó de hermoso. qué mejor autoridad puede ofrecerse para juzgar de una obra de teatro?
Más que los críticos de oficio, son los grandes actores los que mejor y con nás imparcialidad pueden juzgar las obras que ellos interpretan y ponen en escena.
El señor Ureña tiene en preparación otro drama que se denominará Los Huérfanos y que probablemente será tan bueno como María del Rosario.
Siga el señor Ureña ejercitando sus dotes en el hermoso arte que inmortalizaron Lope y Calderón de la Barca. De El Mundo Latino, de Madrid)