Notas europeas Un monunner guatusa y comenzado devorar por ella, viene al anochecer, trepa un árbol cercano y espera al roedor, el cual, con seguridad vuelve al mismo racimo.
El nomento de llegar es el apropiado para hacer fuego, pues si el cazador espera, la guatusa desprende un plátano del racimo y se oculta de nuevo entre los charrales para devorarlo sus anchas.
Su carne es bastante mala y pocos son quienes la aprovechan. Cuando se asusta lanza una especie de relincho que no puede confundirse con la voz de ninguno de nuestros animales.
Puede domesticarse y cuando muere algún compañero de esclavitud tiene cuidado de alejar el cadáver. En algunas de nuestras casas conservan este roedor, más dañino que útil.
Clodonziro Picado Gwight sueño de los escolares En Inglaterra, donde tienen muy en cuenta los programas de las escuelas la necesidad de aquilatar la actividad física y la actividad mental de los niños, se comienza a discutir científicamente el problema del sueño del escolar. Se parte del principio de que el cerebro, como otros órganos, se agota por la fatiga y que importa restituirle su energía de una manera constante. Ahora bien: una nueva doctrina sostiene que no es posible distinguir exactamente lo que en el sistema nervioso rige el esfuerzo muscular, de lo que gobierna el esfuerzo intelectual, y se considera ahora como un error fisiológico y una falta de prudencia el recreo que tiene por objeto, en concepto del educador, devolver al niño su vigor mental, sometiéndolo un ejercicio fisico sostenido y excesivo. Se pretende que dormir la siesta es más eficaz que los juegos al aire libre y que se trata, sobre todo de reparar con el sueño el agotamiento de las células cerebrales.
El niño que almacena diariamente una cantidad cada vez mayor de conocimientos, poniendo en ejercicio sus facultades de memoria, observación, reflexión, comparación y juicio, reclama, según dicen, consecuencia de esa tensión mental, un tiempo más prolongado de descanso que el que generalmente se le concede. Es cierto que se le deja jugar, pero sería más lógico darle un reposo absoluto.
Esta misma doctrina nueva pide que en todos los establecimientos de educación se someta diariamente a los niños un examen medico, desde c!
punto de vista de su constitución fisiológica, y que ese examen se confie no al maestro, con frecuenci incompetente, sino un médico especialista.
Nadie que se ocupe siquiera sea co que atañen la enseñanza pública. el iná dera democracia, debe ignorar la influenc ejercio Jules Ferry en la laicización y Francia.
Honbre de gran perspectiva, ajeno tun instante, apesar de la torpe tenacidad nal y del reconocimiento con que tarde democracia los más frágicos dias de que parecían comprometer más su obra. á sus amigos con la dulzura que no era vencible energia: Yo creo y espero. El estudio metódico de la historia e sobre los destinos de su país. Diez siglos la Francia en primera fila tomó parte en la llumanidad se imponían con vigor sufi delante de ningún obstáculo. Ferry. a pro de esa gloriosa tradición fio quiso ver la en los brazos de la reacción. abandonand libertad.
Continuador de esa obra gloriosa qu su sistema político de cohesión para él. co ron su doctrina, era el de que la Franciat «Se ama este viejo país, decia, por sus glo servicios que ha prestado la humanidad.
sufrido. Qué más grande motivo de raciones actuales, que la de recorrer su a mento en que esta gran personalidad llar bre el mundo después de la caída del activa y apasionadamente en todas las gr Europa, trabajando en el orden militar, in en la obra de la civilización occidental que de la unidad francesa. En la seguridad de que sus ideas sol las de sus compañeros de gobierno, Ferry, frentaba las crisis de efímera impopula mente los que están convencidos de su éxit esfuerzos en pro de la mayoría Su obrad sus enemigos no pocas ocasiones para ata de la cuestión de Tunisia convertida en el musulmanes, la solución de las cuestiones y el Anam, hicieron comprender a sus enen rerancia y la energía de Ferry.
En un célebre discurso de 1902. Wald boradores de Ferry, decía. Un pueblo que lieu. una nación que se establecio en el Car llegado a preguntarse si podría dar tal po ria. Esa preocupación era aún viva 2150