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manos.
del con Уа mos ces mas Ilustradas, don César Nieto, ha sido elevado a la categoría de Consul de Costa Rica en Barcelona, donde cra nuestro Vicecónsu.
El señor Nieto, no solo per sa ilustración y por su experiencia retine inmejorables condiciones para el buen desempeño de tan hononifico y delica do puesto, sino también por su amor este terruño, que quiere como su segunda patria.
Con todo el cariño que como ami gos le procesamos, no podemos menos que felicitarle calurosamente, al mismo tiempo que lo hacemos con el Gobierno por tan atinada elección. prin en. res.
mat cua.
nar cien que Aquci hombre era una víctima de la mina, un contribuyente del mercurio que platca los criaderos de Alinadén. La tniseria, las urgencias del me drugo diario le empujaron hacia el pozo y le metieron en la jaula y le desembarcaron en la galeria.
enfrontandole con la veta de azogue y poniéndole una piqueta un barreno en las Cuando bajó la mina por primera vez era un individuo fuerte y ágil. Sus carnes, vivificadas por el sol, fortalecidas por el aire libre de los campos, tenian resistencia y salud: sus músculos se remarcaban energicamente bajo la piel: sus huesos crujían con poderoso crujimiento en el engrace de las articulaciones: su médula se erguía recta y firme para sostener una cabeza varonil, donde britaban los ojos con el resplande de la juventud y sonreía la boca enseñando la dentadura.
Cuando salió por última vez de la mina, era un frasco de mercurio más, un cacho de mineral vivo, útii aún para producir ganancias a sus explotadores, si éstos no vacilaban en entregarle a una prensa destiladora. Salud, energia, músculos potentes, osarucnta sólida, médula pronta erguirse con arrogancia varonil, todo fue desecho por la mina. El mercurio, penetrando en los pulmones del minero con ci aire y en su sangre con el sudor, fué apoderándose poco a poco de el, destruyéndolo, agelatinán.
dolo, convirtiéndolo en masa informe y temblorosa, en sapo del azogue, basta que un dia, terminada su labor destructosa y satisfecho de ella en absoluto, le dejó caer sobre Ja jaula y devolvió a la superficie de la tierra el desperdicio lumano que se acercaba hacia nosotros arrastrándose como un reptil y jadeando como una bestia herida.
El miserable llegó cerca de mí: se izo con auxilio de sus brazos bailones sobre una de las sillas: desplomó su cuerpo contra ella: sujeto con sus manos, que temblahan epilépticamente, sus piernas, que temblaban epilépticamente también, apoyó en el duro respaldo su cabeza pendui y mirándonos cara a cara, nos dijo con voz tartainuda: Los señores quieren saber mi vida. Oiganla y Dios les pague el bien que hagan por mí. habló; habló sencilla, humildemente, sin protestas, con resignación de esclavo, hecho desde niño al latigazo y áliu argolla.
Él habla: no precisan acotaciones para csta relación. Hace treinta años aecia aquella cara que pensa da y hablaba hace treinta años tenia yo dieciocho baje por primera vez la mina: habia que buscarse el pan.
Bajé ganando dos pesetas diarias. Diez bajadas mensuales no puede no hacer más sin morirse pronto hacen un jornal de veinte pesetas cada treinta dias. Entonces irabajaba yo mucho. Claro! Aún estaba fuerte a pelear con el azogue. Luego el azogue fue pudiendo conmigo y mi cuerpo empezó a temblar con este temblor conde.
nao: a ponerse modorro usi se nos llama. Pero qué remedio! habia que seguir trabajaudo. Qué remedio! trabajar no comer. Un día el temblor aumento y mis jefes, viendo que me era imposible bajar los los meses. vamos, un mes y otro y otro, me pusieron alterno Alterno es un mes arriba y atro abajo. Después me puisieron arriba del too; porque no estaba pa bajar. El mercuria se hizo ci amo de mi presona y los temblores se crecieron. Una noche, al volver del trabajo, dando tiritones como siempre, abrí la pueria de mi casa. Iví andar y se me marcharon los pies y cai en el suelo de espaidas. Crei que se trataba de un resbalón: hice por levantarme apoyándoine en las dos manos. Que si quieres! No podia levantarme ya; no podría ponerme derecho en jamás: el azogne me habia umbao, tumbao ga siempre. Entonces el señor diretor une señaló el retiro: una pesetilla diaria: lo que le toca uno cuando ha hecho duchos jornales. muchos. los que he hecho yo lende los diez y seis años hasta los treinta y seis. De la peseta nos descuentan los domingos y los dias festivos. Total, bulto, veinticuatro pesetas por mes. Esa es mi historia y aquí estoy por lo que ustes gusten de mandarme: y Dios les pague lo que hagan en el mundo por mi. la víctima del azogue, el zapo del azogue, el que produjo durante treinta años, miles de frascos de mercurio que el Estado vende 300 pesetas cada 110. trató de incorporarse y vino al suelo boca arriba, con pataleo de bestia agónica derribada por cl cazador.
Llegábanos al umbral de la puerta. Me volví para dirigir la mirada al hogar del minero invalido La mujer había vuelto sentarse en la silla; el hombre reptileaba entre las sonbras, resoplando y desvaneciéndose por ellas.
Tragico monstruo de la zoologia social, desaparecii tras las tenebreces del fondo con rumor sordo y lento, mientras el niño, abandonado otra vez contra los ladrillos enjoyecidos por el sol, restregaba en ellos sus desnudeces de angel rubenesco, aguardando que le tocase la hora de bajar a la mina.
La audición preparada por Julio Flores para esta noche. ha sido trasferida para el próximo domingo 17. en atención al luto social por la muerte de don Luis Iglesias.
De todos inoclos no ha decaído el entusiasmo por la velada de despedida del poeta distinguido.
para ria.
reco mio nuestra mesa de redacción han llegado dos atentas participaciones: la de don Juan Rafael Lizano y sei ora que nos comunican el enlace próximo de su estimable nina María Luisa con el señor don Francisco Saborio Borbón, y la de don Arturo Esquively schora que nos anuncian la futura boda de su apreciable hija Elvira con el señor don Victor Manuel Pollini.
Muchas felicidades deseamos para los contraventes. de brav tias blico corn te. aseg habr elen La schora dona Amelia viuda de Vargas nos participa invita para la boda de su simpática hija Guadalupe.
con el señor don Víctor Fernández Morúa. Auguramos completa dicha para la venturosa pareja. Gonz sario en la tes las se es cons 2786
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