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De Campo Cuando Juan perdió de vista For José guo inútil capricho de él.
Ese año aun no la habia visto todavía, el padre vino recordársela.
Cómo estará! Será cierto? se preg otro le disgustó. Recordaba las escenas de para convencer aquella muchacha fria, tora ver que sus esfuerzos eran inutiles para conc de un jornalero. La cólera lo ahogaba.
otro pensamiento y cada instante sacaba acercaba la hora.
Estaba nervioso, impaciente se sentia chacha tan guapa. que lo habia desa de magnifico cuerpo, que su rostro era ovala peantes, que al verla parecia un fuego y que desdeñosa. Estará igual. se preguntó.
hizo el padre, y momentos después, se quedo se movia con el peso de su cuerpo.
Para Páginas Ilustrada Ensino de esos días calurosos en que casi no soportamos nada, en que el malestar se arraiga en nosotros y en los cuales hay momentos en que no descamos ni hablar, se encontraba Juan Gómez entregado por completo a la pereza, sintiene desvanecido su robusto cuerpo y viendo allá, no nily lejos, trabajar muchos hombres en los patios de beneficiar café.
Sinembargo, pensaba en lodas aquellas existencias y las consideraba. Yo aquí se decía, sin hacer nada, sin trabajar, icndido en esta hamaca y esos infelices sudando fatigados para ganar un miserable jornal. Qué diferencia de suerte entre los hombres. Mientras se hacia esa observación, vió acercarse un viejo que paso a paso venia hacia el y cuando llegó, no pudo evitar el descontento que la visita le producia y con tono áspero, le dijo: Qué. en lugar de trabajar que viene Perzlón, Patroncito contestó aquel humildic si viera, continuo yo no Irabajo hoy, no puedo, me pasa una cosa y ni tan siquiera tengo ánimo. One. Su mercé perdone. como sus palabras no podían salir para contar lo que le persaba, Juan se incorporo, vió quc el viejo era un antiguo peón que respondia al nombre de Por José y que este lo miraba temeroso y con semblanto triste.
Digame lo que le aflige, le dijo con tono más suave.
Entonces el anciano, con más confianza, comenzó a contar sus dudas y temores. Usté sabe bien, Patroncito, que tengo un hija que no es mal parecía.
pos bien, cs hija me está dando en que pensar. Le ha salio un novio, un indino, que no me gusta. y hace por lo menos ocho días que la maldita me llega al anochecer y eso me tien insfermo. y no se onde se mete, ni que hace.
yo me temo que la corra con ese zángano. Ah bija, no quiero ni ifigurarme que seas una perdia como tantas otras Pa que una muchacha asina. se preguntaba dolorosamente mirando el cielo aquel infeliz padre que tenia el espíritu enfermo por la duda, y luego, como desechando aquella idea que lo martirizaba, exclamo con gran confianza. No. Dios nuestro Senor, es grande y protege sus almitas.
Juan compadeció a aquel hombre tan celoso de la virtud de su hija, tan desgraciado con aquel pensainiento y miraba sus gestos tan desiguales, porque tan pronto aparecian como desaparecian las sospechas en aquella imaginación tan torturada.
Pero sabe que su hija se porta mal. le preguntó eso precesamente vinía y perdone una vez mas contestó el viejo. Yo no me atrevo a seguir esos indinos y yo quiero que usté me los espíe esta lardecita a hora de la oración. Ellos trabajan all abajo, en la rejunta, y según decires, salen junticos y quiero que esté me los siga, sí, y me cuente onde se mcten y que hacen, pero eso si, que no tomen malicia. Dios le premiará este favor, yo no, porque no tengo pattica. Pero saque de dudas un probe Después de un silencio en que el quedó como pensando. se retira ya un poco sonriente porque Juan trato de consolarlo y aceptó aquella comision, que no era de su agrado, sólo por tranquilizar aquel celoso. si que comió, salió pie paso paso con los brazos hacia atrás.
La pareja se encontraba algo distante y que apenas tendría tiempo de llegar apresura samientos, ni se fijó en aquella espléndida tur Cuando llego al cafeta. se hizo sitio come los trabajadores. Ya oscurecia, ya la tarde il y poco a poco llegaban los tonos sombrios a fuan, de pronto sintió vergüenza, se amante para delatarla. Salió apresuradamente del escondite y se saludar toda esa buena vente.
Momentos después se oia. Buenas tardes señoooor. Buenas se las de Dioooos. Suenas las tenga senoooor. y todos los que asi saludaban, saludo ca niños, que hacian lo posible por esconder en driles, la mano de plátanos hurtada, y el rollo Lentamente seguia caminando Juan, obse cuando de pronto se encontro con la pareja re tento. Venian de la mano, algo inquietos, con Al saludarlos Juan, el novio todo confuso ciosamente, mirándolo a la vez con altanería, ahora?
Juan sonrió con desdén, encontrandola más guapa. y se preguntó: Habrá cambi El novio era también un buen mozo, un siguió con la mirada, tras un árbol, y una vez de un árbol caído, trató de ir hacia ellos y pa iba temeroso de ser oído, por que las hojas ca sos y las ramas del café le arañaban la cara.
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