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me el escareza, jar Yo sinerenCuando Juan perdió de vista ñor José, pensó en aquella muchacha, antiguo inútil capricho de el.
Ese año aun no la habia visto todavía, casi la habia olvidado y he aqui que el padre ving a recordarsela. Cómo estara? Será cierto? se preguntaba y la idea de que fuera de otro le disgustó. Recordaba las escenas de amor fingido que hab a empleado para convencer a aquella muchacha fria, ionta, caprichosa, como la ljamaba al ver que sus esfuerzos eran inutiles para conquistarla, ahora de otrep. de un jornalero. La cólera lo ahogaba. Durante todo ese dia no tuvo otro pensamiento y cada instante sacaba el reloj dei bolsillo para ver si se acercaba la hora.
Estaba nervioso, impaciente se sentia y no dejaba de ver aquella mchacha tan guapa. que lo había desairado! Recorlaba que era alta, de magnifico cuerpo, que su rostro era ovalado, que sus ojos eran negros y chispeantes, que al verla parecia un fuego y que no era más que una provocadora desdeñosa, Estará igual. se pregunto, pensando en las condencias que le hizo el padre, y momentos después, se quedó dormido en la hamaca que apenas se movía con el peso de su cuerpo.
paso pro o no an sc re de yle0, un za me CC.
ifiguwacha xadre quella o SeE, tan orque zación Asi que comió, salió pie paso paso por un largo callejon pensativo y con los brazos hacia atrás.
La pareja se encontraba algo distante y consultando Juan el reloj, calculo que apenas tendria tiempo de llegar apresurando el paso, y absorto en sus pensamientos, ni se fijo en aquella espléndida tarde llena de aromas y reflejos.
Cuando llego al cafetal, se hizo sitio como mejor pudo para ver el desfile de los trabajadores. Ya oscurecia, ya la tarde ibit perdiendo sus encendidos colores y poco a poco llegaban los tonos sombrios cubrir la tiena.
Juan, de pronto sintió vergüenza, se acorcio que iba a seguir una pareja amante para delatarla. Salió apresuradamente del escondite y se dijo. Quiero ser franco, quiero saludar toda esa buena gente.
Momentos después de oía: Buenas tardes sendooor. Buenas se las de Dioooos. Buenas las tenga señoooor. y todos los que asi saludaban, saludo caniado, eran hombres, inujeres y niños, que hacian lo posible por esconder en sus canastas, apoyadas en los cundriles, la mano de platanos hurtada, y el rollo de leña recogido.
Lentame seguia caminando Juan, observando todas aquellas existencias, cuando de pronto se encontro con la pareja recomendada. En ellos notó el contento. Venian de la mano, algo inquietos, con la inquietud de lo ilícito.
Al saludarlos Juan, el novio todo confuso bajó los ojos, ella le sontió maliciosamente, mirándolo a la vez con alianeria, como queriéndole decir. Atrévete ahora?
Juan sonrió con desdén, encontrándola más desarrollada, más hermosa, más guapa. y se pregunto: Habrá cambiado. El novio era tambien un buen mozo, un mozo de robusto cuerpo. Juan los siguió con la mirada, tras un árbol, y una vez que los vió sentarse en el tronco de un árbol caído, trato de ir hacia ellos y paso a paso, con el mayor cuidado iba temeroso de ser oído, por que las hojas caidas y ya secas crugian sus pasos y las ramas del café le arañaban la cara.
tardesegún de se miará probe ya un 7, que 342

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