De todas partes No sería yo buen hijo de Costa Rica, que como tal, debo ser agradecido con los que la aman también, si omitiera consignar en esta revista, en nombre mio y en el de nuestro pueblo todo, un sincero voto de agradecimiento al distinguido escritor español don César Nieto, quien desde Barcelona, su residencia, trabaja con noble y tenaz empeño por dar a conocer a la vieja Europa nuestra diminuta grandeza.
Al comenzar mis labores en este campo de Pugimas Ilustralas, entre el gran número de sus canjes, di con el 63 de la importante publicación española Hojas Seleckas. En ella. don César firma el segundo artículo de su serie Costa Rica, ilustrado con doce fotografías varias y dos retratos, uno ci de don Manuel María Peralta y otro el de don Joaquín Bernardo Calvo, Ministros Plenipotenciarios nuestros, en Europa y Estados Unidos, respectivamente. Se ocupa dicho artículo de nuestro país con gran extensión y detalles completos, en el siguiente orden de subtitulos: Gobierno, religión, idioma, Instrucción Pública. Vios de comunicación. Correos y telé rajos. Comercio exterior. Industria. Sistema monetario, banca y La vida en Coske Rica, en el cual pone por las nubes nuestra cultura, encomia nuestra inalterable paz, y exhorta los extranjeros que busquen y fijen sus ojos y sus capitales en este suelo, precisamente por eso, por nuestro silencio, aunque no llamemos su atención cada instante con ridículos bombos.
Nada mis halagador para nosotros que esas frases en que se pregonan las cualidades de nuestra tierra, y de los que la habitan, la labran y la engrandecen.
El pequeño espacio de que dispongo para esta sección no me permite reproducir ni un solo párrafo de tan interesante trabajo: baste pues, este pequeño voto de gracias para el extranjero a quien nuestro país ha sabido inspirar tan grandes cariño interés: Un nuevo invento, cuyo antor es el Marqués de Solari, secretario particular de Marconi, ha venido a redondear la grandiosa idea del telégrafo sin hilos; es um automóvil estación radio telegráfica. El motor de este vehícu10. puede levantar rápidamente cuando sea necesario, una antena sobre su mismo techo, no importa el sitio en que detenga su carrera. Su aspecto es el de un gran furgón de color gris, y puede contener en su interior diez personas cómodamente!
Cuando llega al sitio donde ha de instalarse la estación, se levanta un mástil que se lleva del centro del carruaje hasta 90 metros. Según prescripciones de Marconi se colocan en torno de la antena superior, sobre el suelo, otros mástiles, que sirven para conducir las ondas eléctricas y determinar así exactamente la dirección en que se encuentra la antena con la que se quiere comunicar el aparato a que nos referimos. Fué probado el invento del Marqués de Solari a fines del año pasado, tan satisfactoriamente, que ya el Gobierno de Italia lo piensa utilizar para el servicio de las ambulancias en la guarnición de Roma.
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