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Magdalena José Joaquín Vargas Ojos en que la noche ha detenido su cortejo de sombras y de estrellas: ojos cuyas iniradas son centellas escapadas del arco de Cupido.
Ojos negros, más negros que el olvido, ojos radiantes de pupilas bellas, que habéis dejado tan profundas huellas en mi doliente corazón herido.
Ojos en que radiar se ve la aurora diáfania del amor, ved mi quebranto!
red el lento dolor que me devora! abrid vuestras persianas, y aunque yerta.
a gota verted de vuestro llanto sobre la flor de mi esperanza muerta!
Abril de 1899 Grilio Flórez Julio Flórez He aquí el nombre de un modesto con ahinco y perseverancia por levantar ra no despreciable en que hoy se encuentr PÀGINAS ILUSTRADAS que no es in los adelantos alcanzados por este pedazo de tributar este humilde homenaje quien con fe inquebrantable ha dedicado sus mejores años al servicio de noble tarea en bien de su país.
Nació José Joaquín Vargas Calvo el 19 de mayo del año de 1871, siendo sus padres. el Licenciado don José Vargas Montero y doña Dorotea Calvo Nora, hermana ésta de don Joaquin Bernardo Calvo, nuestro Ministro en Washington.
Hizo sus estudios, primarios y secundarios, en los establecimientos de enseñanza de la capital.
En el año de 1889 fué los Estados Unidos con el fin de estudiar comercio ingresó en la Escuela de la ciudad de Pokeepsic, del Estado de Nueva York, en donde obtuvo el diploma de Víaestro de Cuentas Perito Mercanti. Cuando regresó al país, se colocó en el Banco Anglo Costarricense y al año no más se retiró de su empleo, in pelido por su vocación favorita a la música; despreciando asi, una posición honorífica a la vez que productiva, que con el tiempo le habría reporiado mayores ventajas que la enseñanza del arte divino.
Sus primeros pasos en la música los dió aquí, en tan estrecho ambiente, y en un nuevo viaje a los Estados Unidos, asistió las clases de un Conservatorio de Nueva York, donde desarrolló mejor Sus facultades poco comunes.
En la Escuela Nacional de Música dirección de don Alejandro Monestel, dese de profesor de solfeo y en las aulas de aqu honra de sus maestros.
Desgraciadamente, la Escuela Nac y entonces, para llenar la necesidad que Calvo, con un entusiasmo y empeño dign bre de 1894 la Escuela de Música Santa los profesores don Alejandro Monestel, do señor Barrenechea. INÉDITO)
De tus versos la música sublime tiene el acento de escondido lago que en altas horas de la noche gime besa las riberas con halago.
Has cantado mis ojos brilladores.
porque no sabes lo que ocusitan ellos; guarda la juventud sus sinsa bores en el remanso de sus ojos bellos.
Con tu plectro de amor dulce y sentido las cantado las flores de mi huerto: ignoras que lo he visto convertido quemado por el sol en un desierto.
Por eso con ardor tu pecho implora 1111 destello de luz de ini mirada sin saber que mi espíritu atesora la lira que tú pulsas, y al mirarte la llevo en mis pupilas retratada!
Abril de 1899 Magnoza 2286
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