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itad de la añera que compartió lucha y fe Mertedes de Jiménez Ayer no más hablábanos en LA PRENSA LIBRE sobre la influencia de la mujer virtuosa en la formación de las sociedades y hacíamos votos por la salud de la distinguida señora, y hoy ya no existe lo que ayer fué. Oh, Dios! era de tanta bondad indigno el suelo, faltaba cse angel tu cielo?
Ya no existe, pero existe el recuerdo de sus virtudes. Sírvales el de glorioso blasón los tiernos huérfanos, tras el cual puedan mañana combatir airosos contra los engaños del mundo. nosotros todos, los amigos del desolado esposo, acompañémosle hoy en la traslación del cadáver de la que fué la ungida con el óleo de su amor.
AMIGOS erido, que que ella considerar as pequevigor tu le haces u oído, un Los funerales de doña Mercedes Flores de Jiménez os destina todo se acostumbra el hombre: pero a la muerte nunca. Siempre es nuevo este acontecimiento tan natural: siempre las lágrimas se derramarin torrentes con la eterna desaparición le los seres quienes hemos querido y respetado (Iurante el compañerismo de la existencia; siempre serán amargos esus momentos en que un ser viviente se desprende de los suyos para munca volver y cuanto más importante es la personalidad que se hunde en los unistorios de la muerte, tanto más acerbo es el dolor que conmueve y contrista las sociedades.
Anteayer esta sociedad fue sorprendida con la muerte de la distinguida matrona, cuyo nombre es el que encabeza estas lineas necrológicas y ayer toda la sociedad culta invadía el recinto de la Iglesia Catedral con el fin de asistir los oficios funerarios y elevar una plegaria por el alma de la que en vida supo captarse el afecto y el respeto de todos, por sus virtudes y por sus costumbres inmaculadas.
mistades, contarme. un hogar sonrisa de erna comarán siennFUNERALES ara no vols virtudes.
La de siemLa Iglesia estaba severamente adornada: el catafalco se destacaba en mee dio de una cámara ardiente, con profusión de luces y coronas: la concurrencia numerosisima y selecta ocnjaba todo el recinto del templo, y la música de réquiem, conmovían cou sus acordes majestuosos y empapados de sentimiento los corazones de los asistentes, DESFILE le la muer4 de nuesA la hora en que el féretro fué conducido al coche mortuorio por los miembros de la familia, pudimos apreciar la gran concurrencia de ambos sexos y de las personalidades mas distinguidas. En todas las fisonomías se advertía el pesar que experimentaban al tener que conducir lasta la ultima morada a una persona justamente apreciada en vida y grandemente sentida en inuerte.
Consuela realmente en estos momentos de dolor, el poder apreciar los nobles sentimientos que animan nuestra sociedad con respecto sus miembros importantes, y si es cierto aquello de que en la desgracia es cuando se conocen los amigos, la família de la finaca, tiene el gran consuelo de haber presenciado una verdadera muestra de condolencia y de sincera simpatia. De El Voticiero)
a prueba, tarle la Ilias Flores 2293

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