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Fragmento Los toros, bravos, fogosos, acometedores. Valientes y temerarios los diestros: el público satisfecho.
Esta tarde grandiosa Batalla de flores, para la que ya están preparados los palcos.
La temperatura, estas horas ha cambiado: gris esta el cielo y amenazadoras las nubes.
El genio murciano que bebe cou ardor el sol que inunda sus vegas, y se recrea con el valo cálido de la tierra que fertilizó y engrandeció la conquista árabe. siéntese hoy confuso, abatido.
El problema de la Inz, de los colores, de la vida intensa de los es.
pectáculos, le preocupa hondamente.
Murcia. será una excepción del resto de la raza istina? Llorei Bellido La somnolienta naturaleza parecía porque la esplendidez con que el cielo se exhibió sus mejores caprichos y matices, cuidadoso de su ropaje, parecia que hubic cirlos con magnificencia, tras el toldo negro El cielo es rico y variable: jamás vie bello con que herir la fantasia del artista, zaciones, y en sus horas de fuego y derroch Llega hasta mí, pobre alma, Imitant recoger aquella provocadora invitación, son ensueños. pero luego ve lo imposible y y cavila y su imaginación se puebla de no puede expresar lo que bulle en sa cerebre como para cerciorarse de lo que podria hace con que el paisaje ha desaparecido, y ento dos percibe en el gran silencio. y vele tarde sus nidos atraviesan el espacio com en esos momentos plomizo. y se que sólo por qué Nazuraleza ha muerto. y en esos cl perfume que exhalan las Rores de los jardi voluptuosidad en el desfallecimiento de los Murcia, de abril de 1907.
Primavera Para Páginas la tradus Es mayo. El sol alumbra con fulgores vivisioios, amenazando incendiarnos con su luz. La brisa embalsama el ambiente y hace despertar las hojas que yacen secas haciéndolas rimar su canción de muerte y despedida.
De la tierra sube un valo afrodisiático que predispone la lucha.
En la selva los árboles están alegres y juguetones acariciandose con sus ramas, arterias de saria: gérmenes de vida. Los pájaros la luz de la alborada entonan himnos cantando sus amores, quizá tristes como penas, quizá alegres coino dichias. Ei mar tambien rie mostrando sus dientes blanquísimos de espuma. Es la primavera que vuelve: es mayo.
Mi pensamiento es sol, que un tiempo alumbró las lobregueces de mi existencia y que hoy ya en el ocaso se hunde tras las mantañas de mis penas. Mi dicha es brisa, brisa que pasa llevándose todo lo grato.
todo lo ainable de mis quiteras, dejando el perfume de mis cuerdos.
Los pájaros son mi alma, cantora eterna de mis amores, quiza tristes como penas; quizá alegres como dichas.
El mar soy yo, que rie por 110 llorar la desgracia de mi existencia ¡Primavera del alma. Ya tu no vuelves. Aquella tarde, una dulcisima voz que mis reflexiones.
Cuando se está solo y con un mundo a! oir una canción conocida que nos haga se dormidos. Cómo la salsoreamos, y cómo cada no do nuestras más delicadas fibras. Cuando el amor muere. mc tremecimiento delicioso invadio mi alma, tray días venturosos y el recuerdo de una criatura Como No lo sé. pero vi des y desdichas Por qué mi, y a aquella hora de mutis Ila tarde ida, llegaron aquellas dolientes no también las alegrias?
Qué triste es or cantar Cuando el an mere. y cuando nuestra alma y nuestr fras de la tarde. En esos instantes deliciosos del silencio cia, y es cuando sentimos la vida. Cuando el amor muere. pronu de tristeza, por qué ame. por qué ya 110 IMolé Cuando alzé los ojos, vi en el horizonte otra estrella que brotaba de la inmensidad ne Puntarenas. 1907.
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