Corona fúnebre Nuestro amigo Toño Argüello Valverde nos ha obsequiado con un ejemplar de la Corona Fúnebre cuya edición dirigió, que para honrar la memoria de quien fué María Esquivel Fabrega, distinguida señorita que murió cuando apenas le sonreía la esperanza de un feliz porvenir, tejieron varios de sus amigos y admiradores.
De entre las bien escritas y mejor sentidas composiciones del libro, tomamos la de Julio Flores y la reproducimos a continuación.
Damos las gracias por el ejemplar con que se nos ha obsequiado.
María Esquivel Para su corona funebre Ibas desposarte, pero el Hado torvo y funesto, trastrocó tu suerte: y no te desposaste con tu amado, sino con el espectro de la Muerte!
Se oyó en la torre un doble funerario, se oyó en tu hogar un grito de amargura, y tu traje de novia fué un sudario!
y tu lecho nupcial. Ja sepultura! en ese lecho, obscuro y repugnante, cuyo frio penetra hasta tus huesos, en vez de las caricias de tu amante, del gusano voraz. sientes los besos!
Mientras que enfrente de tamaño oprobio. regando con sus lágrimas el suelola vista en alto, tu doliente novio te busca por los ámbitos del cielo!
Julio Flórez San José, marzo de 1907.
2362 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.