Guardar

Carpas doradas Los Huérfanos (DRAMA EN PREPARACIÓN, DE Las dos rillinas escenas del reri auto ESCENA SOS panilla Estos preciosos pececitos de agua dulce, aclimatados desde hace muchos ados en Costa Rica, proceden originalmente de China y del Japón, donde los cuidan en estanques preparados exprofeso; los principes del Celeste Imperio los mantienen en lujosos vasos de porcelana, dedicándoles los mayores cuidados experimentan un verdadero deleite contemplando los graciosos movimientos de sus peces cantivos.
La importación a Europa de las carpas doradas se atribuye los portugueses, en el siglo XVII. Hoy se hallan extendidas por todos los pueblos civilizados de la tierra, y son objeto del comercio, como adorno en los palacios, jardines públicos y casas particulares: se les conserva en acuarios de cristal, provistos de plantas acuáticas, cuyas raíces les sirven a los peces para depositar allí sus huevecillos. Como alimento se les proporcionan larvas de hormigas siona la descomposición del agua, poniendo así en peligro la vida de peces.
Para mantener las carpas vivas por largo tiempo en cautiverio, es necesario cambiarles el agtia tres o más veces por semana y airear el liquido por medio de un fuelle de punta fina; en los estanques espaciosos, dotados de plantas acuáticas, esta operación no es indispensable porque los vegetales se encargan de introducir el aire ea el elemento líquido. Por lo demás, conviene no inquiedar los peces con frecuencia, para que vivan sanos y contentos. Les gtasta estar reunidos, dos o tres on acuarios de cortas dimensiones, y en estanques espaciopueden tenerse por centenares, pues son de costumbres muy sociables no atacan a los pequeñuelos, lo cual les permite reproducirse con una abunBancia verdaderamente prodigiosa. Cuando se ballant solos se atligen tal extremo que casi siempre se mueren los pocos días. Cuidados con solicitud se acostumbran pronto al trato de su dueño: los chinos enseñan a las carpas doradas tomar el alimento de la mano, y en los grandes estanques aprenden luego los peces recibir la comida que se les anuncia por medio de una camMiudo como un pez, se dice, y sin embargo pocos animales son tan expresivos como las carpas dorarias para manifestar el placer que sienten, cuando se les renueva el agua, cuando se coloca en la vasíja un mutevo sompanero, o cuando se acerca un espejo al recipiente de cristal en que se hallan, suben, bajan y se agitan moviendo con donaire sus grandes aletas doradas. Por el contrario, cuando sienten cansancio, se mueven pesadamente, abren el hocico con lentitud en la superfcie del agua, como si la asfixia tocara ya las paredes de su prisión.
Si se les echa larvas de zancudo, las muerden y las sueltan rápidamente, sin comérselas: 10 sucede lo mismo con anna especie de olomina criolla, que ha bita en los arroyos de nuestra meseta central, pues estos pececillos diminutos se comen las larvas de zancuclo con verdadero deleite y voracidad, así sean de los que propaga la fiebre amarilla la malaria.
Las carpas doradas viven en buena armonía con las clominas criollas y esta cireuastancia vale la pena de tomarse en cuenta para no destruir las fuentes de los jardines públicos, alegando como único motivo que esos estanques son un criadero de cascudos.
Las olominas vivas pueden obtenerse por centenares, y bien recompensados estarian los higienistas, si lograsep inmunizar las fuentes públicas sin te.
nes que destruirlas, porque ellas representan algunos iniles de colones y constituyen un verdadero adorno, ya que en beneficio de las carpas coradas hemos venido ocuparpos de los zancudos y de las olominas, es bueno advertir que tenemos aquí dos especies de olomiras, unas de brillo metálico, muy comunes en los ríos Tiribi y Maria Aguilar, que no comen las larvas, sino muy rara vez, y otras olominas, pintaditas de negro, que se hallan en las quebradas afuentes del rio Torres, las cuales destruyen con voracidad las Jarras de cancudo, Volviendo a las carpas doradas scilo nos falta consignar su clasificación científica, que data de los tiempos de Linneo: pertenecen estos pececitos la familia de los Cyprinidae, géneo Carassius, especie auralus. Alfaro Alberto, Justo, Rafaela Allerle. Pronto. Justo: creo que viene e calma. En los momentos de pru no se humillan. los corazones Justo. Mi mujer? Llegó la hora terrible tarne con la horrible verdad que debo retroceder. Sc oculu)
berlo. Pobre hombre. te da una lásti Rafacle. Anirudo con Carmelina. OS Alberto. No vienes sola, pero al fin viene cate, no temas, 10 Soy un anima Rafaela. Te dare gusto, ya que traigo deberes de caballero Alberto (Con sorra. Simpática la joven Rafaclit. Lestima. por qué?
1lberio. Porte no se da apreciar; no. Carmelina. Vea usted que.
Rajaeix. Chiton! Déjale que hable. Ya boscada para vengarse canallame verdad. Hice bien ett no exponer llbea 10. Daño, con da no se paga: frase estos preciosos instantes en que Verdad; no la verdad como tila do su esplendor.
Rafacia. Veo que mi frase la penetrado envenenado. Nie alegro.
Alberlo. Más te alegrariis al encontrar ac te he hecho venir a estas horas.
calle como un guiñapo sucio quet Rafaela. De ti, nada mne extrataría: tan se oculta ningun daño en contra Camelina. Sefior, marchémonos: nada Ilbcrto. No esperan a que yo les de la sor Rafaela. Vine por milijo: no está. me re Alberto. Confiesas de muero que es tul puede que haya alguien que te oig Rafaela Sorprendida. Ab. Qué son Co. Bastante te he escuchado!

    Notas

    Este documento no posee notas.