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Flórez ver lasta dónde llegaba tu infamia. Voy confundirte, traidor!
Yo he respetado mi marido durante su ausencia y el niño que tú descubriste en mis brazos era solamente un muñeco que yo llevaba para probar tu maledicencia y así el continuo acecho que ejercias sobre mí con el ánimo de perderme si yo no me entregaba tí. tí. que te llamas fiel amigo de Justo en su presencia, mientras explotas su credulidad. Ya le condené: respiro. Albcito. Te las vuelto loca, infeliz?
ESCENA VUI Dichos y Justo Justo. Saliendo del cuarto) Todo lo he oído. Alberto, ya sabes cómo arreglar sus cuentas los caballeros. tú. Rafaela mia, ven mis brazos!
Rafaela. Justo!
Carmelizu. Don Justo!
Alberto. Inici poniéndose. Aito! Xo la abraces, escup escúpela Ralucia. Eso no. Por Dios. Albolo) Aparta. miserable!
Alberto. Escúpela, desgraciado, o eres un cobarde. Escúpela!
TELON Beatus ille. Rafael Rodriguez López Para Páginas estradas Al compás de la guitarra con dulce aroma de lirios sus cantares favoritos y y despiertan en la mente dan al viens jubilosos reminiscencias de idilio los felices campesinos: al resonar por los mortes duerme el perro vigilante de las cabras el baldo, a la puerta del bohio; al escuchar del cabrero las madres fuego atizan el rudo cantar native, hacen la cama a sus hijos, vox de solloza que clama y juegan, cantan y charlan en un desierto infinito cou libre humor y festivo por una patria que lilyre las muchachas inocentes sólo en ensueños ha visto, en un afaner continuo, por sus placeres pasados, pues es la víspera del santo por sus afectos perdidos: que les prospera su avio, sereno, apasible, suave, questes rebaños aumenta, van exhibiendo su brillo cortsjo, unn una las estrellas; les fecunda sus amores mientras la luna sa disco y les da vivir tranquilo: atxa espléndido en oriente, triste declina la tarde.
sobre el campo adormecido murmura apenas el rio, tiende el silencio sus alas, puéblase el cielo de luces: yen vago éxtasis divino, ilenase el aire de trinos: hinchase el alma de ensueños soplan las brisas, cargadas. el corazón de suspiros, Pedro Montesinos (Venezolano)
Corría el mes de marzo. Una dist jor sociedad celebraba sus dias. Se. obsequios, regalos. Entre el gran númer tero. sobresalía un paquete. lo descu título y una sonrisa de gratitud asomó obsequio. Parecía cousiderarlo como el últimas producciones del eximio poeta Ju Cesta de lotos y Cardos y lirins primorosa encuadernación, enviado el obsequio po gran poeta colombiano, como el mejor pr lejanas y también admiradora del poeta do. tierno en unas estrofas, imprecativo tan valioso presente recibia y que tan al obsequio, era la señorita Josefina Odio Rafael Odio Zabala, superintendente pro Entre todos los obsequios, ning como este libro de bellas poesías Léalo le agradeci la ocasión que me brquien había admirado en composiciones La musa de Julio Llorez es la musa sienten londo, de los nostálgicos de amo amistad, de los nostálgicos de seres quer patria. Cuántas vivas autor en cuatro lustros de dolor Cuántas flores fragan dei cance de mi vida en las Casi todos: mis padres.
y mis ainigos, duernen so ¡Ya no siento el contacto a La sima de tá tumba.
Es la inusa del dolor, noblemente su sía. En todas sus preciosas composicione la vida. y canta un río, el Tequendama, le dice. Ah, yo soy como tú, tambi me deslicé por sobre blanda are bajo un cielo de bóveda serena y recorri la vega y el plantio. Nas tarde. la fatiga y y más que todo, la desdicha ajen al repletar mi corazón de pena me sentí desplomado en el vacío. estoy cayerido en el abismo ol de mi dolor letal, sordo, infinito como tú, del peño inmoble y dur que les enflora el 2400

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