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sario juntar los cinco barrios; La Lajuela, Ciruelas, Targuases. Puas y Río Grande, porque estando la Iglesia en Villa Vieja (Heredia) tan lejos de estos pueblos, les era imposible asistir al santo sacrificio de la misa. Además, expone el señor Corral que hay próximamente 267 habitantes, El Obispo en su visita Villa Vieja el 22 de setiembre de 1782, levantó un auto y mandó que se tomara información con testigos fidedignos.
El 10 de octubre de este año se encontraba el obispo en el barrio La Lajuela y tomó declaración al Alcalde Lorenzo Loría, de 60 años de edad: y dice que viviendo en estos lugares, tiene conocimiento de los habitantes y que serán próximamente 250, que se ocupan en cultivar sus tierras.
Este mismo día tomaron declaración don Agustín Pérez, vecino de Targuases; Tomás Solera, vecino y hacendado del sitio La Lajuela; Antonio Núñez, vecino y hacendado de las Ciruelas y Rafael Murillo. Todas estas declaraciones se parecen a la de Loría.
Con estas declaraciones, el 11 de octubre dió permiso para que en el sitio La Lajuela, que fué el escogido por los habitantes de los cinco barrios, se erigiera un Oratorio Público para que los días de fiesta se celebrara el santo sacrificio de la misa.
Señaló para Oratorio la casa de don Dionisio Ocón y Trillo, y el Obispo compró y regaló la parte de la casa que se iba ocupar en el Oratorio; además regaló una caballería de tierras para lonjas y cementerio del Oratorio nuevo, al que dotó de casullas, cáliz todos los objetos necesarios al culto.
Cuando regresó Nicaragua determinó hacer una visita los Guatusos, la que llevo efecto en febrero del año 1783, y escribió un diario del viaje, del cual una parte se encuentra en la listoria de don León Fernández; es una narración muy importante por ser una de las primeras en su género.
Escribió una breve noticia sobre los indios caribes Guatusos.
Su apellido lo conservan las llanuras de Guatusos en honor a la visita y exploración que él hizo en 1783 (Llanuras de Tristán.
San José, 10 abril de 1907.
Compañía Diestro. Cousirat La banda de trompetas, Celos y La Tragedia de Pierrot, fueron las piezas que llenaron la función del sábado 29 de junio. Las tres tuvieron buen desempeño de parte de los artistas.
El domingo 30 subieron la escena, por ai vez en esta temporada, Los Mosqueteros grises, por cuya ejecución merece que se felicite la Compañía de Zarzuela En Los bohemios, que dicho sea de paso, tiene una música preciosa, Matheu flaqueó bastante.
Esta obrita y Los hugonotes fueron las escogidos para la función del jueves próximo pasado.
En el próximo número hará crónica detallada nuestro cronista de teatros Arturo Manrique 245.

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