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SOS el vitánmontes y sus fieros volcanes, ora en el donaire conque extiende sus dos soberbios mantos: el azul infinito de su cielo y el infinito azul de sus océaLos hombres de pensamiento levantado que observan y sienten tantas cosas, escriben sus impresiones para que otros más torpes más ciegos quizás más fatigados. experimenten sus mismas sensaciones al través de esas páginas civilizadoras y hermosas, para las cuales no será jamás bastante grande el elogio que todas horas les tributa el pensamiento humano.
No leer en esos libros, es ir vendados ofendiendo al sol.
Si la falta de lectura influye poderosamente en la intelectualidad de los hombres que trabajan, no es menor la influencia que ejerce en su moralidad.
Es evidente que el fastidio natural en quien no tiene después de la faena cosa alguna en que engolfar su pensamiento, recurre los lugares donde se reunen los hombres aprender y enseñar los vicios que arruinan y envilecen sus conciencias. Atractivos munca faltan en el hogar que pudieran retenerlos: los hijos, las compañeras, los hermanos. Pero estos atractivos, más del corazón que de la inteligencia, son bien débiles ante el deseo de asociaciación que el hombre experimenta con aquellos que le han acompañado en la fatiga y hacia los cuales lo lleva un sentimiento de solidaridad que, bien dirigido, seria bastante por si solo para establecer el reinado de la Paz y del Amor Si todo esto habéis podido comprender con la clara visión que os distingue, razón tuvisteis al pensar que es preciso fundar centros de lectura cuyas puertas estén de par en par abiertas para el trabajador. La lectura en común es agradable y tiene encantos especiales. Hay pasajes de un eserito que aciertan tocar intimamente el sentimiento de varios individuos que escuchan. Inmediatamente, y de un modo instintivo, éstos se buscan con la mirada y se dicen con el gesto cuanto sus corazones han sentido en ese instante. Esto los complace y los anima continuar prestando su atención. Luego, cuando la lectura ha terminado, todavía se quedan largos ratos discutiendo unos con otros sobre las ideas que han desfilado ante ellos. Las defensas ardientes del uno y las impugnaciones enérgicas del otro, son otros tantos ejercicios de cultura en los cuales se conquista veces más de una verdad que se ignoraba.
Estos centros de lectura, verdaderas salas de estudio, pueden servir COmo ya lo habéis probado, para el desarrollo de conferencias sobre temas de enseñanza y de moral social, en los cuales se cultive el sentimiento de responsabilidad del individuo por todas sus acciones y se predique el respeto, el profundo respeto que el hombre debe guardar por la personalidad del semejante, si anhela ver respetada su propia personalidad. Temas interesantes de los libros buenos; aquellos que rompiendo con sangrientas prácticas y con con luinosas preocupaciones, marquen a los pueblos el derrotero de una civilización más humana; aquellos que combatan con brillantez jos vicios de educación que hacen de los hombres verdugos de sí mismos y de sus semejantes; aquellos que trabajen por rehabilitar la voluntad y la inteligencia esclavizadas de la mujer para establecer en los hogares el equilibrio que los hará felices: aquellos que digan los hombres: matar es una infamia que llena de baldones la conciencia, y poco importa que el acto se cometa mansalva por robar por venganza, como frente frente de un individuo en los llamados lances del honor, o de un ejército de hermanos en los falsamente gloriosos campos de batalla; aquellos que griten al individuo que sus hijos, fruto de un sentimiento que ilumina los mundos, tienen derecho a reclamar de sus padres los caudales de una herencia honrada y sana y los beneficios de un ejemplo educativo el más coTrecto.
Las escuelas nocturnas para adultos, no siempre dan los buenos resultados que producir están llamadas, precisamente porque en ellas, con pocas excepciones, se ha pretendido implantar la rutinaria disciplina que ata desde hace siglos la infancia de los hombres. Es preciso que reine ya la convicción de que sólo bajo el goce cierto y amplio de la más absoluta libertad, podrán adquirir los hombres la cultura que de sus ignorancias los redima.
He aqui por qué el sistema de lecturas y conferencias amenas, instructivas y sencillas que habéis adoptado con entusiasmo que no cesaré nunca de 2469 dén, zadores afaseetilla ientes.
valientles son Cucción triga sca ca infelicien que ación y guarda atitudes ría proque la sde que ylos de derreoza na ristalina a en la Saltivos

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