Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
aplaudir, es el llamado reemplazar los viejos sistemas, ya impotentes para la elevación del nivel moral intelectual de los trabajadores. Centros de esta naturaleza, reunirán en si todas las instituciones progresistas que hoy florecen aisladas sin la necesaria cohesión que el sentido práctico reclama. Aquí las sociedades de temperancia coexistiendo en las lecturas y en las disertaciones, con las ligas antiguerreras, con las asociaciones de socorro mutuo, con los clubs de deporte. Aquí el completo engranaje de las diferentes enseñanzas y de los diversos ejercicios que la juventud ha menester para lograr su perfeccionamiento.
Es la vuestra una obra inteligente y generosa. Habéis fundado la verdadera escuela libre de la cual han de salir ejércitos de voluntades bien dispuestas para las luchas que el porvenir reserva las generaciones que vendrán mañana por los senderos que hoy abre vuestro esfuerzo.
Noto con singular placer que no estáis los hombres solos en la brega.
El encanto del alma femenina perfuma y embellece estas labores, y es, en la gloriosa institución qse hoy se inaugura, el más valioso de los atractivos. De talle primoroso que he de llevar prendido en el recuerdo, como visión encanta dora de una promesa que endulzará mis desconsuelos.
Es vuestro hogar sencillo y tibio. El grupo de visionarios peregrinos que ha venido hasta el fraternizar con vuestras ansias, volverá de tarde en tarde reanimar junto la lumbre sus entusiasmos fatigados.
En nombre de todos os abrazo con ardiente, con viva simpatía.
José Maria Zeledón orillas del misterio Para Páginas Ilustradas Poema en prosa Era una dulce mañana primaveral: las gotas de rocío reflejando el iris en las hojas esmaltadas, el canto harmonioso de los jilgueros y hasta el resplandor cristalino del sol; todo, todo parecía refrescar la vida: semejando la naturaleza, una hermosa desposada que entreabre sus labios con cariñosa sonrisa, ante el ídolo elegido de su amor.
Los dos hermanos paseaban por la arboleda: ella, coquetuela, juguetona, de colores encendidos y flexible talle: él, deojos y cabellos negros, triste, pensativo. veces se regocijaba la adolescente pareja y ambos jugaban cambiando miradas enigmáticas; el brillo de los ojos del mancebo, tomaba la trágica expresión de la tormenta, y ella lo miraba con dulzura concentrada, casi con éxtasis. las risueñas mañanas de la primavera, sucedieron los días ne.
bulosos del invierno, las veladas de la Opera, la prosa de la vida Una tarde, al ocultarse el sol, pasó una nube negra sobre el cielo, hubo luego un crujido en las entrañas de la tierra y al día siguien te, en el paseo de la arboleda. la naturaleza parecía un antro de figuras infernales en descomposición, y en los charcos silbaban y se retorcían las serpientes.
Bornardino de Marga Lima, 1907 270
Este documento no posee notas.